El gobierno de Sebastián Piñera busca expandir los cultivos transgénicos ignorando la información científica que alerta de graves daños que causa esta tecnología a la salud de las personas y el medio ambiente.
La organización Earth Open Source acaba de sacar el informe El glifosato y los defectos de nacimiento: ¿Se ha mantenido a la gente en la oscuridad respecto a este hecho?, el cual confirma lo que la evidencia empírica ha venido diciendo por años acerca del glifosato: Es un peligro para la salud humana y ocasiona malformaciones congénitas.
Ocho científicos e investigadores: Michael Antoniou, Mohamed Ezz El-Din Mostafa Habib, C. Vyvyan Howard, Richard C. Jennings, Carlo Leifert, Rubens Onofre Nodari, Claire Robinson y John Fagan, han puesto al descubierto en un estudio de más de medio centenar de páginas lo que era un secreto a viva voz acerca del herbicida de los transgénicos: que es un mortal veneno disfrazado de herbicida, que los estudios científicos han comprobado su toxicidad y que en estudios de laboratorio produjo defectos de nacimiento en embriones de anfibios y aves en concentraciones diluidas, es decir mucho más bajas de las que se usan a nivel comercial, tanto como 1/5000.
Hoy en día, el glifosato, producido por Monsanto, es el herbicida más usado en el planeta. En inglés se le conoce con el nombre de Roundup. En Estados Unidos se utiliza en granjas y jardines como quien estuviera simplemente regando agua de lluvia, cuando en verdad es una amenaza para la salud pública. En Sudamérica, se vende una versión hasta más tóxica para fumigar desde las plantaciones de coca en Colombia hasta los extensos cultivos transgénicos de la pampa argentina, sin importar los daños ambientales y humanos; en definidas cuentas se trata de un ecocidio y un genocidio, cortesía de las multinacionales del veneno, amparadas por la incapacidad de los políticos para ver que están envenenando a sus propios pueblos y a la naturaleza.
Sin embargo, la noticia, según Earth Open Source, no es nada nuevo, ya que en “Europa se ha sabido por años que el glifosato, introducido en 1976 por el gigante de la biotecnología estadounidense, Monsanto, causa defectos de nacimiento en los embriones de animales de laboratorio”.
Y, exactamente así es como Monsanto y los gobiernos que se han hecho los de la vista gorda han tratado a las poblaciones rurales como animales de laboratorio, sin importarles en absoluto las consecuencias fatales que acarrea el uso de dicho veneno. Y, añade Earth Open Source que a través de un estudio de 1993 de la industria de herbicidas, Monsanto incluido, se supo que el herbicida ocasionaba anomalías tales como la dilatación del corazón en conejos expuestos a dosis bajas y medianas del veneno.
El informe añade que desde 2002, los reguladores de la Comisión Europea sabían que el glifosato causaba deformidades en animales de laboratorio y que a sabiendas de ello se aprobó su uso en Europa por los siguientes 10 años.
Los estudios acerca del envenenamiento en seres humanos causados por el herbicida son abundantes, Earth Open Source se ha basado en fuentes abiertas al público para documentar plenamente lo que el monstruo de los venenos, Monsanto, ha tratado de negar por años: que su producto es tóxico tanto para plantas como humanos y animales.
En 1996, el Fiscal General de Nueva York demandó a Monsanto por describir el Roundup como un producto que era “biodegradable”, “amigable con el medio ambiente” y “seguro como la sal de mesa”. Monsanto, como de costumbre no admitió culpa alguna en la publicidad engañosa, pero terminó pagando una multa de 250 mil dólares.
La pregunta es, ¿qué tipo de monstruo es el que promueve esta especie de raticida como “seguro como la sal de mesa”? ¿Se tomarían los directores de Monsanto un vaso de su tóxico coctel? En la práctica, están obligando al resto del mundo a que gota a gota se beba su propia cicuta. En Argentina, luego de 10 años de cultivos transgénicos el uso del glifosato aumentó en un 300% y la ocurrencia de malformaciones congénitas en recién nacidos, en un 400%.
No contentos con fumigar con este veneno las malezas, Monsanto ha introducido las semillas transgénicas que son tolerantes al herbicida, las cuales de por sí son otro peligro. Dice un aparte del informe:
“Monsanto y otros productores de semillas transgénicas están tratando de que sus cosechas tolerantes al glifosato sean aprobadas en Europa para su cultivo. Si la comisión europea da su aprobación, esto aumentará masivamente la cantidad de glifosato que se rociará en los campos, como ya ha pasado en Norte y Sur América. Como consecuencia, esto aumentará la exposición humana al glifosato”.
Dice el informe que desde los años 80 y 90 la industria productora del veneno y sus reguladores, sabían perfectamente que causaba deformidades, pero que esto fue mantenido en secreto. Añade el informe que:
“La opinión pública, por su parte, fue mantenida a oscuras de esta situación por la industria y sus reguladores, acerca de la capacidad del glifosato y del Roundup de causar malformaciones congénitas. Además, el trabajo de científicos independientes que han apuntado el dedo a los efectos teratogénicos, ha sido ignorado, denigrado o dejado de lado.
Estas acciones de parte de la industria y de los reguladores han puesto en peligro la salud pública”.
Chile sin Transgénicos solicita al gobierno de Sebastián Piñera informarse adecuadamente del grave daño que supone expandir los cultivos transgénicos en Chile, y a retirar las indicaciones sustitutivas enviadas al Congreso en marzo pasado y que hacen suyo el proyecto de ley que busca liberar los cultivos transgénicos en Chile.
El informe completo puede leerse aquí.
Fuente la información: ElTiempo.com
Iván Santandreu es biólogo y vocero de Chile sin Transgénicos
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