El socialista Hermes Binner sumó el sábado su candidatura a las de Eduardo Duhalde y Ricardo Alfonsín, quienes pretenden captar el voto opositor en las presidenciales de octubre en Argentina, aún sin confirmarse si la mandataria, Cristina Kirchner, buscará la reelección.
Binner, gobernador de la provincia de Santa Fe de 68 años, oficializó este sábado ante el plenario del Partido Socialista su candidatura a las elecciones presidenciales del 23 de octubre por una coalición de centroizquierda.
Otro en la competencia opositora es Ricardo Alfonsín, 59 años, quien selló una alianza de centroderecha y lleva como compañero de fórmula presidencial con Javier González Fraga, ex presidente del Banco Central durante el gobierno de Carlos Menem (1989/99).
Al lanzar el jueves su fórmula presidencial, Alfonsín, hijo del fallecido Raúl Alfonsín, presidente de la transición democrática (1983/89), prometió hacer “regresar la austeridad a la Argentina” y dijo tener “la obligación moral de luchar contra la corrupción”.
Alfonsín, candidato de la Unión Cívica Radical (UCR, socialdemócrata), se asoció además al diputado Francisco de Narváez, un peronista disidente que encabezó la lista opositora que le propinó una derrota electoral al ex presidente Néstor Kirchner en las legislativas de 2009 en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito.
En tanto, el ex presidente Duhalde (2002/3), un peronista fuertemente enfrentado al oficialismo, también se lanzó al ruedo al presentar el viernes la fórmula presidencial que comparte con Mario Das Neves, gobernador de la provincia de Chubut (sur).
Duhalde, 69 años, ocupó la Casa Rosada en 2002 cuando fue designado por el Congreso para terminar el gobierno de Fernando de la Rúa, que cayó en diciembre de 2001 en medio de una profunda debacle económica.
Lo sucedió el fallecido Néstor Kirchner, que apareció como su delfín pero luego se enemistaron y desde entonces Duhalde intenta liderar el sector disidente del gubernamental peronismo.
Los candidatos aspiran a aglutinar el voto opositor en una eventual segunda vuelta electoral frente al oficialismo, favorito en todas las encuestas. De todas maneras, la presidenta Cristina Kirchner, de 58 años, aún no se ha pronunciado sobre si se postulará a la reelección.
En el oficialismo todos apuestan a que la mandataria dé el sí antes del 24 de junio, cuando vence el plazo para oficializar las listas.
Aún no se sabe cuánto puede influir en el voto el escándalo desatado hace dos semanas por presunto fraude que involucra a Sergio Schoklender, ex apoderado de Madres de Plaza de Mayo, una entidad humanitaria muy cercana al gobierno.
“Es inverosímil un eventual perjuicio en la intención de voto de Cristina Kirchner, hoy la Presidenta tiene una imagen positiva global por arriba del 60%, dijo a la AFP la consultora Doris Capurro, cuando el escándalo comenzaba.
“La denuncia contra Shocklender puede ratificar el voto anti Cristina pero difícilmente pueda hacer que cambie de opinión quien hoy se inclina a votar por ella”, estimó la socióloga Graciela Römer.
Cristina Kirchner, esposa del ex presidente Néstor Kirchner fallecido el año pasado, llegó al gobierno en 2007 apoyada por una coalición de peronistas, radicales, socialistas y partidos de centroizquierda, pero luego perdió algunos de sus aliados.
La mayoría de los analistas coincide en que la fortaleza oficialista se funda en el vigor de la economía, aunque la inflación real ronda el 30% y la pobreza hace estragos en sectores marginados desde los años 90.