El proyecto para instalar 5 represas en la Patagonia chilena, la mayor iniciativa hidroeléctrica de Chile que representa una apuesta clave en materia energética pero que, al mismo tiempo, pone en jaque la existencia de una de las mayores reservas naturales del planeta, fue aprobado este lunes por 11 votos a favor y 1 abstención.
La abstención vino de parte de Claudio Vallejos, Seremi de Salud de Aysén, quien no se pronunció ni a favor ni en contra del proyecto.
La iniciativa -de 3.200 millones de dólares- contempla la construcción de embalses sobre dos ríos de aguas cristalinas, el Pascua y el Baker, inundando unas 5.900 hectáreas -gran parte de ellas vírgenes- para generar unos 2.750 megavatios (MW). La capacidad actual instalada en todo el país es de 14.000 MW.
El proyecto ha movilizado una fuerte ofensiva ambientalista, enfrentando a defensores de la Patagonia con quienes sostienen que es vital para las necesidades energéticas de Chile, que según las proyecciones oficiales debe aumentar en casi un 80% su generación de energía a 2025.
Agrupados en la organización Patagonia sin Represas, los ecologistas criticaron la destrucción de la Patagonia chilena y acusan a la empresa de crear una campaña de miedo sobre la idea de que el país se quedará sin energía si no se construye HidroAysén.
Los ecologistas aseguraron que las inundaciones afectarán a la fauna, a la flora y a los parques naturales de la región, y que la llegada de 5.000 trabajadores para su construcción afectará negativamente la vida en Aysén.
En tanto, los defensores del proyecto aducieron que la energía hidroeléctrica es una de las más limpias y eficientes a diferencia de la generada en centrales termoeléctricas, que se han multiplicado en los últimos años en Chile.
“Si no hay energía hidroeléctrica, lo que va a haber es más centrales a carbón”, dijo recientemente el presidente Sebastián Piñera.
En Chile, donde se importa un 70% de la energía que se consume, Hidroaysén se justifica ya que “la hidroelectricidad es el recurso energético más abundante que tiene el país y además de costo razonable”, según la consultora en materias de energía, María Isabel González.
“Un chileno tiene el equivalente a un tercio del consumo energético de un habitante de Nueva Zelanda, país a cuyo nivel de vida aspiramos llegar dentro de la próximas décadas”, señaló a la AFP la especialista.
“Si se aprueba el proyecto Hidroaysén, es porque cumple al 100% con toda la legislación medioambiental chilena”, declaró el domingo el presidente Piñera, quien defendió la iniciativa.