Desde Curepto en la provincia de Talca, Daniela Rojas Ramírez nos escribió para contarnos una increíble historia de maltrato animal.
El pasado domingo 17 de abril, en una zona donde hay sitios eriazos, una vecina identificada como María comenzó a escuchar ruidos extraños que parecían proceder desde la tierra. Como estos no cesaban y parecían convertirse en lamentos cada vez más angustiantes, el martes la mujer decidió investigar de dónde provenían.
Llegó hasta un sector próximo a su vivienda, donde usando un palo comenzó a excavar removiendo gran cantidad de tierra y piedras hasta dar con un saco rojo, desde el cual se asomaba un pequeño hocico.
Desesperada, llamó a Daniela, conocida por realizar actividades en favor de los animales, quien junto a otros vecinos lograron sacar del agujero a una perra que había sido -literalmente- sepultada viva.
“Su estado no era el mejor, ya que aparte de no poder caminar no podía respirar bien y estaba muy asustada, algo obviamente propio de lo que vivió”, nos relata Daniela.
Indagando quién pudo realizar tan macabro hecho, la joven concurrió junto con su madre hasta la vivienda de un hombre identificado como Luis Miño, de aproximadamente 50 años de edad, a quien los vecinos sindicaban como el posible autor. Para su sorpresa, el sujeto no sólo lo reconoció, sino que dio una explicación aún más insólita:
“Sí, yo enterré una perrita viva porque era tan regalona que no quise terminar de matarla, porque ya no me servía. Por eso la fui a enterrar”, habría confesado. Más tarde, el examen de una veterinaria confirmó que el animal fue golpeado antes de sepultarlo.
Daniela y su madre pusieron los antecedentes en conocimiento de Carabineros de la Tenencia de Curepto, quienes aseguraron haber cursado la denuncia por maltrato animal hacia la Fiscalía, sin embargo, nos contaron que a más de una semana del impactante hallazgo, se sienten desilusionadas de comprobar que el hombre sigue transitando impunemente por las calles, sin haber sido siquiera citado a declarar.
“También hemos tratado de poner en conocimiento de las autoridades del pueblo lo sucedido, pero ellos hacen caso omiso”, dice Daniela.
La perra, a la cual bautizaron como Lunita, hoy se está recuperando en su hogar, sin embargo junto a un grupo de particulares comenzaron una campaña para recolectar alimentos y medicamentos que ayuden en su tratamiento, toda vez que tiene varias fracturas producto de la experiencia traumática que sufrió.
Además, quieren juntar fondos para hacer o comprarle un carro en el cual pueda desplazarse, pues al parecer la perrita no podrá volver a caminar.
Sin embargo, su mayor llamado es a la acción de la justicia: “Queremos que esto se haga público para que casos así no se vuelvan a repetir, y que este sujeto sea sancionado por lo que hizo, ya que posee más perros, quienes podrían correr la misma suerte de Lunita, puesto que es apreciable su mal cuidado de ellos”, sentenció.
Quien desee contactar a Daniela para ofrecer algún tipo de ayuda en alimentos, medicamentos, otros recursos o asistencia legal, puede hacerlo al correo ayudalunita@hotmail.es