Desde los primeros insinuantes acordes a mitad del siglo XX, la rebeldía del rock ha sido siempre caricaturizada con oscuros vínculos al oscurantismo e incluso satanismo.
Las acusaciones de culto a satanás contra famosos rockeros, se han repetido por décadas desde sectores conservadores.
Historias sobre mensajes subliminales u ocultos en las grabaciones, sacrificios de animales en el escenario, incitación al suicidio en las letras… ya son parte del anecdotario del rock.
Sin embargo, en la música encontramos de todo. Desde reconocidos músicos que han llegado al cristianismo, o del otro lado, aquellos que por sus abiertas críticas a las religiones, se han puesto en el ojo de la polémica.
Es que las historias son muchas y vale la pena en Semana Santa revisar algunas de ellas:
Dave Mustaine, líder de Megadeth
Como músico pionero del incipiente metal más duro en los 80, junto a Metallica y Slayer, Mustaine se convirtió al cristianismo el 2002. En esos días rehusaba incluso compartir escenario con bandas cuyas letras se apegaban a “lo diabólico”, según publica Rolling Stone.
“He pasado mucho tiempo tratando de sentirme cómodo en mi nueva piel de cristiano”, escribió en su libro la voz y guitarra de Megadeth, y sólo hacia el 2005 encontró según sus palabras, “el equilibrio entre mi vida espiritual y mi vida artística”.
Alice Cooper
El maestro de las terroríficas puestas en escena del rock, con discípulos como Kiss, Slipknot y Marilyn Manson, asiste regularmente a una iglesia evangélica en Estados Unidos.
Pero Alice Cooper es cauto y prefiere no hablar de su fe. En una de las pocas referencias, el veterano declara a The Sunday Times: “Beber cerveza es fácil. Destrozar la habitación de un hotel es fácil. Pero ser cristiano, eso es duro. ¡Eso es una verdadera rebelión!”.
Brian “Head” Welsh, guitarrista original de KoЯn
Miembro fundador de la banda, se retiró de ella el 2005 tras ‘encontrar a Dios’. Según señaló en la oportunidad, el músico vio en la religiosidad una salida a los problemas que vivía, relacionados al consumo de drogas.
Welsh entregó una carta a la banda donde enumeró una serie de argumentos, destacando que no estaba de acuerdo con algunas letras y videos del grupo.
Bob Dylan
Como uno de los músicos más influyentes en la historia de la música, Dylan es además conocido por sus letras contestatarias que inspiraron en buena parte la revolución de las flores a finales de los 60.
Sin embargo, terminando los 70 Bob Dylan comienza a evangelizar con discos y discursos sobre el escenario, lo que le costó el alejamiento de muchos seguidores e incluso de músicos de su época.
Desde la otra vereda, surgen canciones que en su momento, provocaron molestia en el mundo cristiano, por el poder de las palabras en boca de populares artistas:
“God” de John Lennon
“Sólo creo en mí, en Yoko, y en mí” fueron las categóricas palabras del Beatle poco tiempo antes de ser asesinado. Se dice que esta canción fue una respuesta directa a la por entonces, reciente conversión de Bob Dylan al cristianismo.
En ella aclara que no cree en ídolos, además de lapidar el ideario hippie que él ayudó a levantar: “El sueño terminó”.
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“Hijos de Caín” de Barón Rojo
Este grupo español también cayó en polémica con una de sus más conocidas canciones. En su letra, dieron un vuelco a la historia de Caín y Abel, desde una óptica que cuestiona el poder de Dios y muestra cómo Caín simplemente se rebeló contra leyes que no comprendía.
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Jesus Christ Superstar con Ian Gillan, voz clásica de Deep Purple
La ópera rock por excelencia marcó cierta controversia cuando se estrenó en 1971, por mostrar el rostro más humano de Jesús, con episodios que incluso se alejan de lo narrado en la Biblia.
Jesús es personificado además por la estruendosa voz de Ian Gillan, el mítico vocalista del grupo Deep Purple, dueño de un agudo registro.
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Bonus Track: El rock predicador.
“To Hell with the Devil” de Stryper
“Al infierno con el demonio” es el título del disco y la canción que lanzaron al estrellato a este grupo cristiano, que trascendió a la fanaticada del rock, acostumbrada a hablar del diablo y reclamar contra el mundo.
Para muchos es la primera de una serie de bandas rock y metal que predican el evangelio, en una tendencia creciente alrededor del globo.
Stryper exhorta a los rockeros a “mandar el demonio al infierno”: