El court central del Estadio Nacional es el escenario de las más grandes presentaciones del tenis chileno a lo largo de su historia. Baste decir que Chile jugó allí su única (por ahora) final de Copa Davis de su historia. Y aunque fue derrota ante la poderosa Italia de 1976, ese escenario se presentó ante el mundo del tenis como un teatro deportivo digno de las mejores canchas de países más comprometidos con el tenis.
Claro, los años pasaron, las remodelaciones se llamaron a silencio y las manos de gato se utilizaron para intentar blanquear lo ya sabido: estaba avejentado, necesitaba cirugía profunda.
Con mucho esfuerzo y ayuda del estado, el court central tratará de rejuvenecerse, una vez más, ante el poderoso equipo de Estados Unidos cuya visita se espera para la primera semana de marzo. El enfrentamiento está fijado para los días 4,5 y 6 de ese mes y Chile deberá enfrentar con lo que tiene, el representativo más ganador de la historia de la Copa Davis. Estados Unidos ha obtenido 32 victorias y sus más grandes jugadores han besado el célebre trofeo. Quizás no sea esta la ocasión en que arribe a Chile con un contingente como los que poseía antaño.
Ya no están John McEnroe, Jimmy Connors, Jim Courier; Peter Flemming, Ken Flash y Robert Seguro (los tres, insignes doblistas), Pete Sampras y tampoco André Agassi. Los nombres de hoy son menos rutilantes, apenas tiene luz propia Andy Roddick, ganador de un único torneo del Gran Slam (US Open 2003), mínima ostentación al lado de todo lo que consiguieron los más arriba nombrados.
Sin embargo pueden participar con un equipo de segundo orden e igualmente serán considerados favoritos…
Si se confirma la participación de Andy Roddick (siempre queda un margen de duda dado que en febrero el tenista de Nevada juega los torneos de canchas rápidas de su país, previos a los grandes certámenes de marzo, los Master 1000 de Indian Wells y Key Biscayne y bajar a Sudamérica para jugar en arcilla por la Davis no sería para él algo beneficioso) quien tiene compromisos con la Asociación de Tenis de Estados Unidos (USTA por la ayuda económica que le brindaron tres años atrás cuando contrató a Jimmy Connors como coach (1.000.000 de dólares al año, 50% Roddick, 50% la USTA), los americanos corren con ventaja ante lo que puedan oponer Paul Capdeville, Nicolás Massú y Jorge Aguilar.
Mardy Fish está en duda. Una enfermedad que se le detectó en el abierto de Australia (la tiroide lo ha complicado) podría restarlo del match. Pero su lugar perfectamente lo podrían ocupar Sam Querry (magros resultados hasta ahora en el comienzo de la temporada) o John Isner. Ambos son temibles servidores, aprovechando la formidable altura que poseen: más de dos metros. Isner juega mejor que Querry en canchas lentas, se mueve con soltura a pesar de su físico.
El equipo de dobles, de confirmarse, es imbatible: los hermanos Bryan, la dupla número 1 del mundo en la especialidad. Dos jóvenes a los que les gusta además jugar en todas las superficies. De hecho hace unos años atrás pidieron asesoramiento a Horacio de la Peña (cuando era el entrenador de Fernando González) acerca de cómo jugar en Roland Garrós.
Llegue quien llegue a jugar ante Chile, saben los del norte que son favoritos. No querrán desaprovechar la chance de quedarse en el grupo mundial. A menos que no puedan domar la lenta, muy lenta cancha que Chile les colocará. Es decir, no sólo tendrán que ganarle a la escuadra nacional, sino también al célebre court de Nuñoa. Quizás, el jugador más poderoso que se les pueda plantar por delante.
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