Entre los 40 y 50 años, la mayoría de los hombres experimentan cambios en su vida sexual, los cuales muchas veces pueden ser desconcertantes.
“Los hombres tienen su propia crisis de la mediana edad”, reflexiona el experto certificado en relaciones sexuales Joe Kort, en una columna del diario electrónico Huffington Post.
“Su cuerpo, su cabello, sus erecciones, su masculinidad está comenzando a cambiar (…) Tienen que aprender a luchar contra eso”, explica sobre ese proceso.
En este contexto, Kort describió tres formas en las que la vida sexual de un hombre cambia después de los 50 años:
1. Se sienten más cercanos a sus parejas sexuales
“La testosterona de los hombres comienza a disminuir a los 40 y realmente baja a los 50”, explica el experto. Sin embargo, sus niveles de oxitocina (hormona responsable del vínculo afectivo) siguen siendo los mismos, por lo que se sienten más apegados a sus parejas después del sexo.
Ese vínculo quedó demostrado en un estudio de 2012 publicado en el Journal of Neuroscience. En esa ocasión, a 57 hombres monógamos se les administró oxitocina o un placebo mediante un aerosol nasal, antes del encuentro con una mujer atractiva.
“Inesperadamente, los hombres que habían recibido oxitocina y que también estaban en relaciones monógamas, prefirieron mantener una significativa distancia con la mujer“, comprobando la fidelidad y apego que mantenían con sus parejas.
2. Se vuelven más abiertos a expresar su sexualidad de diferentes formas
Si bien las mujeres suelen ser más abiertas sobre sus fantasías sexuales, los hombres también comienzan a adoptar esa conducta después de los 50 años.
“Tienen fluidez con lo que quieren sexualmente, porque en ocasiones sus erecciones no pueden funcionar como antes, lo que significa que deben encontrar nuevas formas de ser sexuales“, explica el experto.
Del mismo modo, comienzan a ampliar el espectro de ideas sobre lo que los excita, considerando “incluso fantasías que no hubieran imaginado antes”, asegura.
3. Se dejan llevar por el miedo
El último punto tiene relación con conseguir aquello que no lograron cuando eran más jóvenes. “Realmente comienzan a querer el ideal que siempre quisieron”, explica Kort.
“No es una cuestión de bien o mal, simplemente están aterrorizados. Internamente, se asustan y actúan porque se les acaba el tiempo. Piensan: ‘Nunca volveré a atraer a una mujer así, y lo quiero’”, concluye sobre ese efecto.