La eyaculación precoz es una disfunción sexual que no solo puede afectar la vida en pareja, sino que también puede generar ansiedad y depresión.
De acuerdo al portal de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, esta es una queja frecuente entre los hombres y su causa está relacionada con problemas biológicos o psicológicos.
Entre las causas biológicas están: niveles anormales de hormonas y de neurotransmisores; actividad reflexiva anormal en el sistema de eyaculación; inflamación e infección en la próstata o uretra; y problemas en la tiroides, entre otros.
Respecto a las causas psicológicas, entre ellas está la ansiedad, precisamente por su desempeño sexual o por otros conflictos. En tanto, los problemas interpersonales en la relación también pueden influir.
En este contexto, en la revista Psychology Today la terapeuta sexual y de parejas Lisa Thomas abordó el tema y explicó 10 tratamientos para la eyaculación precoz.
1. Aprender a controlar el reflejo de eyaculación
Para lograrlo y acostumbrarse al nivel de sensibilidad y estimulación se puede empezar por masturbarse regularmente, de tres a cinco veces por semana.
“Intentar masturbarse con la mano húmeda y con la mano seca para acostumbrarse a diversas sensaciones. Construir el control hasta el punto en el que sienta que está a punto de venirse y luego dejar de masturbarse”, explicó la terapeuta.
Tras esto, aconseja dejar que la erección pierda rigidez por algunos minutos y luego empezar a masturbarse de nuevo, repitiéndo este ejercicio tres o cuatro veces antes de finalmente permitirse “terminar”.
Lo anterior ayudará a conocer el “punto de no retorno”, el que es crucial para obtener control sobre la eyaculación.
2. Ejercicios de Kegel para intentar retrasar el orgasmo
Los ejercicios de Kegel son ejercicios de contracción del músculo pubocoxígeo y, por ende, ayudan a fortalecer la base pélvica. En este sentido, también son útiles cuando se acerca la eyaculación.
“En un estudio controlado del 2012 sobre eyaculación precoz, hombres que no podían durar más de un minuto antes de eyacular completaron un curso de 12 semanas para ejercicios de base pélvica y se encontró que su respuesta de eyaculación pasó de 31.7 segundos a 146.2 segundos”, reveló Thomas.
3. Usar condones
El uso de condones además de prevenir infecciones de transmisión sexual, también puede retrasar la eyaculación reduciendo la sensibilidad durante el coito. “Si es posible usar látex, las marcas de condones gruesos son las mejores para esto”, agregó la especialista.
4. “Periodo de recuperación” después de la eyaculación
De acuerdo a la terapeuta, muchos hombres experimentan menos sensibilidad durante la segunda erección. Teniendo en cuenta esto, un buen tratamiento puede ser “que se eyacule una vez (tal vez durante el coito) y luego pasar a complacer a su pareja hasta que vuelva la erección, y luego usar la segunda erección para tener una sesión de coito más larga”.
5. Usar más lubricante
Reducir la fricción puede ayudar a durar más, por lo que el uso del lubricante también puede ser útil en esta situación.
6. Masturbarse antes del encuentro sexual
“Si en las 24 horas antes de tener un encuentro sexual no hemos tenido un orgasmo, eyacularemos más rápido. Los hombres que se masturban en las mañanas y luego tienen relaciones con sus parejas en las tardes tienden a ser capaces de durar más porque ya tuvieron un orgasmo el primer día”, explicó Thomas.
7. El “juego” previo
En esta instancia se debe intentar que el enfoque no sea el pene, para así controlar el nivel de estimulación. En este sentido, si la eyaculación ocurre en el nivel 9 de excitación, la penetración no puede ocurrir en el 8.5, sino que en el 6 o 7.
8. Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina o (ISRS)
“Muchos medicamentos ISRS trabajan como por arte de magia para ayudar a adormecer la sensación orgásmica. Este efecto secundario puede ser muy frustrante para los hombres que no padecen eyaculación precoz, pero para un hombre que eyacula de manera prematura, puede hacer maravillas”, indicó Thomas.
9. La técnica de “apretar”
Es cuando en medio del coito el hombre, cuando siente que va a alcanzar el orgasmo, se sale y aprieta la cabeza de su pene, lo que disminuye la sensación de querer tener un orgasmo.
“Cuando la ‘sensación del punto de no retorno’ se adormezca, entonces se puede volver a insertar y empezar a tener coito de nuevo. Se puede usar la técnica tantas veces como sea necesario antes de permitirse tener un orgasmo”, detalló la especialista.
10. Analizar la disfunción sexual
Por último, de acuerdo a la terapeuta, es fundamental analizar cuáles son las expectativas y metas de la relación sexual, cómo es la comunicación con la pareja respecto al sexo y considerar contar con ayuda profesional.