Si eres una persona que no suele recibir lo mismo que entrega o que constantemente está esperando que su pareja cambie, puede que sus estándares sean bajos.

En una columna en el portal especializado Psychology Today, el psicólogo Mark Travers explicó algunas señales de que podrías tener estándares muy bajos en tus relaciones.

“Los estándares de relación hacen referencia a las expectativas, valores y criterios de una persona con respecto a lo que es aceptable, deseable o necesario en una relación romántica. Estos estándares abarcan diversos aspectos relacionales, incluidas las necesidades emocionales, físicas y psicológicas. Orientan cómo se tratan los miembros de la pareja, qué comportamientos son aceptables y qué espera cada uno”, explicó.

En este sentido, Travers dice que los estándares “ayudan a las personas a mantener límites saludables, garantizando que se respeten sus necesidades y valores. Cuando estos estándares se ven comprometidos o se reducen, puede generar insatisfacción, resentimiento y una dinámica de relación potencialmente nociva”.

Así, Travers indica tres señales de que puede que debas subir tus expectativas cuando se trata de relaciones.

1. Minimizas, justificas y perdonas su comportamiento tóxico

Si bien con el tiempo puedes modificar tus estándares, por darte cuenta de que quizás aspiras a la perfección y eso no es realista, es fundamental que no comprometas los valores fundamentales.

“Las inseguridades personales, como la baja autoestima, a menudo llevan a las personas a reducir significativamente sus estándares, por temor a que establecerlos demasiado altos, los deje solos o sin amor”, explicó.

Una forma en que bajas mucho tus estándares es cuando minimizas sus conductas negativas, convenciéndote de que no es gran cosa y que todos tienes defectos.

“Por ejemplo, pueden restar importancia a las discusiones frecuentes o a los comentarios irrespetuosos como problemas ‘normales’ en una relación, ignorando el efecto más profundo que estas conductas tienen en su felicidad y autoestima”, afirmó el especialista.

Lo mismo pasa cuando perdonas constantemente. “Si bien el perdón es una parte saludable de cualquier relación, puede volverse problemático cuando se utiliza para excusar repetidamente problemas graves sin abordarlos. Las personas pueden perdonar a su pareja por conductas como la deshonestidad o la negligencia emocional, con la esperanza de que las cosas mejoren, pero si no se responsabiliza a la pareja ni se establecen límites, es probable que estos problemas persistan”, manifestó Travers.

Otra forma es justificando sus malas acciones. “Esto implica racionalizar el mal comportamiento de la pareja encontrando razones para justificarlo. Por ejemplo, alguien podría justificar repetidamente el mal carácter de su pareja atribuyéndolo al estrés laboral o a un trauma pasado en lugar de reconocer que ese comportamiento es inaceptable y debe abordarse. Esta justificación puede conducir a un patrón de aceptación de conductas que socavan los cimientos de la relación”, expresó.

2. Estás esperando a que cambie

Muchas personas están convencidas de que pueden cambiar a su pareja. “Pueden pasar por alto comportamientos negativos como la inconsistencia, la falta de disponibilidad emocional, la falta de respeto, la falta de ambición o incluso la deshonestidad, y convencerse a sí mismos de que con suficiente amor y apoyo, su pareja eventualmente cambiará de actitud”, dijo Travers.

“En lugar de reconocer quién es realmente su pareja en el presente, se centran en su potencial e invierten en quién esperan que se convierta”, añadió.

El psicólogo explicó que las personas con una mentalidad incremental “suelen ser más optimistas y solidarias en las relaciones porque creen que, con esfuerzo, su pareja puede cambiar sus comportamientos negativos. Sin embargo, esta mentalidad también puede generar expectativas poco realistas, lo que puede causar frustración y desconfianza cuando su pareja no realiza los cambios prometidos”.

Por ello, el profesional recomendó que “en lugar de intentar cambiar a una pareja que no satisface tus necesidades, es más inteligente encontrar a alguien a quien realmente aprecies tal como es”.

3. Eres la única persona en la relación que hace sacrificios

Si eres quien siempre aporta todo el esfuerzo en la relación, mientras tu pareja no está dispuesto a hacer los mismos sacrificios, puede que tu estándar haya bajado mucho.

“Esto suele ocurrir cuando las personas se sacrifican demasiado y descuidan sus propias necesidades con la esperanza de que su amor sea correspondido”, expresó el especialista.

Travers indicó que “los sacrificios son esenciales para mantener una relación sana, donde ambos miembros de la pareja a veces anteponen las necesidades del otro. Pero cuando solo una persona se sacrifica constantemente sin reciprocidad, puede drenar la salud mental, lo que lleva al agotamiento emocional, al resentimiento y a una pérdida de identidad, dejándolos sintiéndose vacíos y subvalorados”.

Por ello, en vez de conformarte con una pareja, aprender a reconocer tu valor y priorízate, satisfaciendo tus propias necesidades.

“Practicar el amor propio te libera de la necesidad de un amor no correspondido y te da el poder para buscar una relación basada en el respeto mutuo y el esfuerzo compartido”, afirmó.