Cuando se produce un quiebre amoroso siempre hay culpables e inocentes, de acuerdo a la perspectiva que estemos escuchando. Pero, al explorar quiénes rompen más en las parejas, se produce un giro curioso en los últimos tiempos.
Muchas son las letras dedicadas a las rupturas sentimentales, independientemente del tiempo que se convivió con ese otro que se suponía era parte de una relación seria y estable.
Las cosas han cambiado, existiendo varios factores asociados a las nuevas dinámicas del amor entre dos personas, o el desamor, que es el caso que nos convoca.
Precisamente, en el periódico español El País, se publicó recientemente una encuesta que podría dar una idea del comportamiento que está rigiendo actualmente, más allá de ese país europeo, a la hora de acabar con la frase “juntos para siempre”.
¿Quiénes rompen más en las parejas?: los porqués del aumento de la decisión en uno de los dos géneros
El estudio español “La gestión de la intimidad en la sociedad digital”, arroja conclusiones novedosas y reveladoras sobre los quiebres amorosos y sus principales promotores.
Antes de revelar el género, es importante dar a conocer ciertas situaciones que ocurren en las sociedades actuales, como la española o la chilena. Una de ellas tiene que ver con el empoderamiento femenino.
“Mientras entre las mujeres avanza la tendencia hacia una percepción más igualitaria de la pareja, en los hombres encontramos una cierta persistencia de las visiones tradicionales de género”, según la investigación, en la que un 41,8% de los hombres consideró que “el chico debe proteger a su chica”.
Otro dato interesante es que 3 de cada 10 hombres consultados (sin estar casados), piensan que su pareja limita su libertad. Pero aquí viene la paradoja.
Pese a ese pensamiento, en las parejas heterosexuales, es la mujer quien toma la decisión poner fin al pololeo (52,4%). En tanto, el 33,1% de los hombres decide dejar a su novia o polola. El mutuo acuerdo es el más bajo, pero existe con un 14,5%.
Uno de los tantos factores se debería a “Los cambios en los roles de género y de valores, y la mejora de la posición de la mujer en la sociedad”. A eso apuntan los autores de la investigación.
“No me había hecho nada, ni yo a él. Pero…”
En las mujeres, el famoso “No eres tú, soy yo”, queda al descubierto en el estudio sociológico que toma en cuenta no sólo el empoderamiento femenino.
“No me había hecho nada malo, ni yo a él, pero el tiempo pasa y las vidas van cada una por un lado. Si van en paralelo, pero nunca se cruzan, yo no soy feliz porque busco algo que tú no me puedes dar. Vida solo hay una y no podía seguir por ese camino”, asegura L., quien con 27 años, dejó atrás hace apenas dos meses un noviazgo de 11 años el cual inició siendo adolescente.
“Empezamos muy jóvenes –con 15 años– y construí mi vida haciéndome a él. Necesitaba construirla por mi lado, sin nadie que me cohibiera o me cortara ante nada”, concluyó.
Y es que, al quedar claro quiénes rompen más en las parejas, entre los otros factores que debemos de tomar en cuenta, según el estudio, están: el desamor y la diferencia de objetivos e intereses, según las respuestas de 2.408 encuestados.
Para establecer un contraste, hace 40 años los quiebres amorosos tenían que ver (sobre todo en matrimonios), con otros factores muy distintos a los actuales.
“Hace cuatro décadas, la pareja se fundamentaba sobre cuestiones objetivas –la familia, la seguridad económica–; ahora, la base son elementos más subjetivos, emocionales y comunicativos; la satisfacción de ambos miembros”, concluye José Manuel Jiménez, uno de los autores responsables de la investigación.
El amor en tiempos de más y mejor internet
No cabe duda que la pandemia orilló al mundo a refugiarse mucho más de lo que estaba en internet. Los celulares y computadores se volvieron parte de nuestras vidas durante el encierro. Pero, además de las razones laborales o educativas, estaban otras subyacentes al uso de las plataformas digitales para entablar relaciones más allá de una amistad.
El estudio de los sociólogos españoles hace énfasis, precisamente, en la forma en que muchas personas vieron en la web, una ventana al mundo para asomarse y mirar otros prospectos de pareja.
“Internet aumenta las posibilidades de conocer a muchas más personas de forma rápida y flexible y esto, irremediablemente, puede suscitar la duda de si se ha elegido la mejor opción”.
Los humanos, seres de estímulos, se refugian en redes sociales o, con la vuelta al contacto físico, a la consolidación de sensaciones necesarias para sentirse admirados y más que eso, según los sociólogos a cargo de La gestión de la intimidad en la sociedad digital.
“Una tendencia hacia el hedonismo, hacia una búsqueda de experiencias nuevas que provoca la necesidad de nuevas parejas que emocionen constantemente”, asegura Jimenez.
Quiénes rompen más en las parejas: ¿a relaciones cortas, más satisfactorias?
La concepción de que las relaciones largas son las más satisfactorias (guardando las proporciones), es otro factor que quedó un tanto obsoleto, como parte de los cambios de lo que significa ser pareja en la actualidad.
Los números no mienten al respecto: 99,4% de jóvenes, entre 18 y 29 años, con pareja, contestaron a la encuesta sentirse más satisfechos en relaciones relativamente cortas.
De lo anterior, siguen siendo las mujeres las que más muestran satisfacción, con 11.6% (entre 2013 y 2017) versus los hombres, que lo manifestaron, pero en un 2.4%. La brecha entre ambos géneros es significativa.
Sin embargo, un punto que se debe tomar en cuenta desde el país donde se dio la encuesta, es la realidad violenta que impera, cuando de rupturas se trata, y no es tan ajena a la de países como Chile y el resto de Latinoamérica.
“En España, uno de cada tres feminicidios se produce en un contexto de separación”, advirtió el estudio publicado en la Revista Española de Investigación Criminológica.
Ojo con las relaciones tóxicas desde internet
En más para tomar nota, si bien internet dio la posibilidad de conocer nuevas personas, que dejan atrás otras relaciones, también tiene otros riesgos de violencia psicológica que se deben tomar en cuenta, entre estos: el ghosting, el haunting, el pocketing y otras prácticas tóxicas.
Por ejemplo, una de las más nuevas (el pocketing), es la que puntualiza que “Si tu pareja está genial contigo cuando están a solas, pero basta que menciones la posibilidad de conocer a sus amigos o a su familia para que te dé largas, te están haciendo pocketing”, asegura la Revista GQ.
Protegerse de ese tipo de situaciones es imperativo. Lo dice la ciencia exacta y otras como la psicología o sociología, a partir de las valoraciones de los expertos en las áreas mencionadas.