Muchas parejas se divorcian o separan después de 7 a 10 años de relación debido a que las prioridades y necesidades de las personas cambian durante los años y sus relaciones parecen no ajustarse a ello como si lo hicieron algún día, explicó el terapeuta Robert Taibbi. "El desarrollo de los adultos se mueve en bloques de aproximadamente siete años", indicó.
¿La crisis de los 7 años es real? Un psicólogo postula que muchas parejas se divorcian o terminan tras ese periodo debido a múltiples factores. Lo bueno, es que se puede evitar.
Las estadísticas muestran que en Estados Unidos los matrimonios duran en promedio 8.2 años, de acuerdo al último censo; mientras en Chile uno de cada cinco se divorcia antes de los 10, según cifras de a OCDE. ¿Cómo evitar convertirse en parte de estos números?
El terapeuta Robert Taibbi, quien tiene 45 años de experiencia clínica, señaló en una columna en el portal especializado Psychology Today que esto se debe principalmente a que con el tiempo nuestras necesidades cambian y muchas veces la dinámica de la relación ya no se ajusta a ello.
“El desarrollo de los adultos se mueve en bloques de aproximadamente siete años”, explicó el especialista.
“Es un hecho que no solo cambiamos a medida que avanzamos en nuestra vida adulta, sino que, como han descubierto investigadores como Levinson, Vaillant y Sheehy, hay algo en esa zona de seis a diez años: aproximadamente siete años de estabilidad y luego dos a tres años de inquietud y transición antes de asentarse en la siguiente etapa”, añadió.
En este sentido, indicó que en un momento dado tu atención puede estar en el trabajo y tu carrera, en los planes a futuro, en sanar heridas de la infancia o en la relación de pareja actual, cambiando las prioridades a lo largo del tiempo.
Por qué las parejas terminan alrededor de los 8 años de matrimonio o convivencia
Taibbi manifestó que al principio del matrimonio o relación de convivencia, psicológicamente necesitabas algo en tu vida, como estabilidad, salir de la casa de tus padres, sentirte querido o formar una familia, e inconscientemente haces un pacto con la persona que te dio eso que anhelabas.
Luego, en los dos primeros años te dedicas a construir una vida junto a esa persona, estableciendo ciertas reglas y rutinas como por ejemplo, quién hace qué cosa en el hogar o cuáles son sus panoramas y tiempo libre, entre otras cosas.
“Algunas parejas nunca superan esta etapa, discuten sobre el estilo de vida y las expectativas y se divorcian, pero la mayoría de nosotros lo logramos”, expresó.
No obstante, cuando ya llevas 5, 6, 7 u 8 años de relación, alguno o ambos se empiezan a cuestionar cosas. “La vida que han construido con sus reglas y rutinas ya no funciona ni encaja. ¿Por qué? Porque tu pareja hizo un gran trabajo satisfaciendo esa necesidad del primer año: te fuiste de casa, tienes estabilidad o tuvieron bebé, te sentiste querido, y ahora tus necesidades han cambiado”, explicó.
“Pero estás atrapado en esta caja de una vida que has creado, y lo que más solía gustarte de la otra persona, ahora te está volviendo loco: la estabilidad, que sea constante y con los pies en la tierra, ahora te suena más a rigidez y control; y si te gustaba su espontaneidad y amor por la diversión ahora te parece demasiado dramático”, ejemplificó.
Esto es lo que el experto define como la “crisis de los 7 años”, que puede pasar a los 8 o 10 dependiendo de la dinámica de la pareja.
Es en este periodo que “las parejas comienzan a discutir o alejarse. Alguien tiene una aventura. El mensaje subyacente es: ‘Esto no está funcionando; Me voy de aquí. Empezaré de nuevo’, y se divorcian. Y dos o tres años después, se vuelven a casar y comienzan el proceso de nuevo”.
A esto se suma, retrató Taibbi, que muchas personas, en lugar de discutir, eluden sus emociones y se enfocan en distraerse con deportes o el trabajo. Así, terminan convirtiéndose en solo un padre o madre, y si no hay hijos, en un compañero de casa de sus parejas.
“Si optas por la ruta de la distracción, como aquellos que se divorcian, estará bien por unos años, hasta que los niños se conviertan en adolescentes y seas menos necesario para los hijos, o hasta que obtengas ese ascenso y te aburras o agotes de tu trabajo. Y así la incomodidad y el sentirse atrapado en la caja de tu vida asoma de nuevo la cabeza”, expresó.
¿Cómo evitar el divorcio o separación?
Taibbi dice que no es inevitable. En lugar de divorciarte o buscar distracciones cuando comienzas a sentirse incómodo y atrapado en tu vida, debes prestar atención a esas emociones y usarlas como información.
Esto te ayudará a hacer un balance y ver qué es lo que necesitas en este momento de tu vida.
“No necesitas empezar de cero ni aguantar. En su lugar, actualiza el contrato de tu relación desde el primer año. Decide lo que cada uno necesita cambiar: menos trabajo pesado y más trabajo en equipo, menos sentirse rechazado y más escuchado, un estilo de vida menos frenético y más asentado, más intimidad y sexo”, aconsejó el psicólogo.
Además, indicó que si crees necesitar ayuda para esto, puedes acudir a un terapeuta o alguien que te ayude a ver las cosas desde una perspectiva amplia.