De cero a nueve hijos en sólo tres años. Esa es la realidad de la pareja oriunda de Pensilvania, Estados Unidos, compuesta por Maxine (30) y Jake Young (32). Presentaban problemas para engendrar, por lo que decidieron adoptar… aunque más tarde ella quedó embarazada y, el resto, es cuento conocido. “No era lo que pretendíamos”, reconoció la madre.
La historia, relatada por la revista People, comenzó en julio de 2017, un año después de contraer matrimonio, cuando se decidieron a tener hijos y se abrieron a la idea de la adopción.
Maxine, que padece de ovarios poliquísticos, contó al medio que desde pequeña tuvo la idea de acoger a un menor de edad en situación de vulnerabilidad. “Aprendí sobre el cuidado de crianza y del hecho de que tantos niños necesitan un hogar. Cuando conocí a Jake, lo discutimos y después de casarnos lo hablamos seriamente“, recordó.
Para lograrlo, la pareja debió tomar cursos sobre crianza. Casi sin notarlo, a fines de julio de ese año, fueron llamados para adoptar a tres pequeños. Y aunque el trato era recibir hasta dos menores, decidieron aceptar.
“Nos llamaron con un niño de 4 años, un niño de 2 años y un niño de 11 meses (…) Yo estaba como, ‘¡Creo que deberíamos hacerlo!’ Y así lo hicimos“, aseguró.
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Pero casi un mes más tarde, recibieron otra comunicación para, eventualmente, aceptar a una cuarta niña, la hermana biológica de los menores. También la acogieron. En sólo un mes pasaron de cero a cuatro hijos. “Fue genial… definitivamente caótico“, reconoció.
Ese era sólo el comienzo, pues a pesar de los problemas de concepción, Maxine resultó embarazada a los seis meses de la adopción. Esto, luego de un intento de fecundación in vitro y dos abortos naturales.
El pequeño nació y, sorpresivamente, la historia no terminó ahí. Con cinco hijos en casa, cuando la situación no podía ser más “caótica”, según contó la madre, Maxine se enteró que estaba nuevamente embarazada, aunque ahora de cuatrillizos. Otros cuatro pequeños venían en camino.
“Estaba emocionada, pero también muy, muy nerviosa porque definitivamente es un embarazo de alto riesgo”, rememoró Maxine, quien no pensó que podría concebir de forma natural debido a su síndrome de ovario poliquístico, un trastorno hormonal frecuente en las mujeres en edad reproductiva.
El nacimiento de estos últimos pequeños quedó documentado en Instagram con una fotografía. “Mi corazón está lleno”, escribió Maxine en una imagen posterior al parto.
Así fue como, ahora, y en sólo tres años, la pareja se convirtió en padres de nueve niños: Aidén (8), Parker (5), Connor (4), Elliot (3), Henry (1) y los cuatrillizos Theo, Silas, Beck y Cecilia, que apenas tienen dos meses.
“Esto no era lo que pretendíamos. No planeábamos tener una familia tan grande”, cerró Maxine.
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