“Hacerse el difícil”, es el concepto que abarca una serie de conductas esquivas ante una incipiente relación de pareja. El propósito es hacer que la otra persona se esfuerce por tu afecto.
Según un artículo en profundidad publicado en la revista European Journal of Personality, los autores teorizan que las personas juegan a hacerse “las difíciles” para aumentar el valor de sí mismas en una cita. Asimismo, ponen a prueba el interés y el compromiso de las potenciales parejas.
En general, los autores describieron más de 50 comportamientos que se emplean al momento de adoptar esta postura, entre las que destacan: no expresar muchas emociones, actuar de forma sarcástica, mantenerse ocupados y priorizar otras cosas.
Además, suelen actuar desinteresados, toman mucho tiempo para contestar los mensajes, o simplemente no responden.
De acuerdo a los resultados, algunas de esas tácticas asociadas a “hacerse el difícil”, tuvieron éxito en generar que alguien fuera más “deseable” en una posible relación.
Un intercambio entre el deseo y la frustración
Según explica el doctor en Psicología Jeremy Nicholson, en una columna del sitio especializado Psychology Today, adoptar esta actitud requiere balance, algo de delicadeza y aplicarla en el momento adecuado.
“El enfoque de jugar a ‘hacerse el difícil’, es un intercambio entre el deseo y la frustración, atrayendo a la pareja potencial y luego alejándola“, profundiza el especialista.
De este modo, detalla que adoptar esta conducta, requiere aprender cómo ser atractivo de diferentes maneras y saber llamar la atención de la otra persona. “Solo entonces, siendo algo distante, aumentará la atracción, pero no la creará desde cero”, complementa.
Suponiendo que el interés ya está presente en la relación, “hacerse el difícil” será una forma de prolongar la persuasión.
“Recuerda, el objetivo es ser ‘moderadamente’ difícil de conseguir, no completamente inaccesible y fuera de los límites. Esto es especialmente cierto cuando se desea establecer o mantener una relación a largo plazo”, añade.
Este “equilibrio” en las conductas es difícil de conseguir, pero asegura que funciona para la mayoría de las relaciones, “a menos que solo estés interesado en una aventura a corto plazo”, advierte.
“De acuerdo con la investigación, jugar a ‘hacerse el difícil’ no es eficaz para un ‘affaire’, porque las parejas que buscan sexo a corto plazo no están interesadas en inversiones sustanciales de tiempo o energía“, puntualiza.
No obstante, si quieres medir si alguien te ve como algo más que solo una relación pasajera, “juega a hacerte el difícil, un poco, y ve si también le importas lo suficiente como para invertir más en ti“, aconseja finalmente.