Cada vez se ha vuelto más habitual que las parejas terminen sus relaciones mediante redes sociales. Según los especialistas, se trata de un mecanismo para evitar el dolor de la situación.
“Este tipo de ruptura puede ser una alternativa más que lógica para aquellas personas que intentan esquivar el conflicto y que necesitan más control sobre la situación”, explica Silvia Cintrano, psicóloga y sexóloga, al sitio español ABC.
Asimismo, la especialista detalla que al existir este distanciamiento físico mediante la redes sociales, la persona no percibirá las reacciones de su pareja, ni se responsabilizará de ellas.
“Imaginarnos en un cara a cara donde la otra persona nos mira directamente a los ojos, para muchas personas es algo impensable, porque se sentirían muy vulnerables y es lo que intentan evitar“, plantea la sexóloga, y terapeuta de pareja, Ruth González Ousset.
En este contexto, la psicóloga Luz Marina Díaz-Flores, destaca que nuestra madurez juega un rol fundamental a la hora de terminar una relación. “Nos referimos a la capacidad de asumir con responsabilidad nuestra vida emocional y los efectos que podemos producir en los otros“, puntualiza.
El rol de las redes sociales en las rupturas
Como se mencionaba anteriormente, los nuevos modelos de comunicación (mensajes instantáneos), han hecho más comunes las rupturas amorosas por estos medios. Sin embargo, no quiere decir que solo ocurra con los jóvenes.
“Más que la edad de una persona, estas rupturas tienen más que ver con el estilo de afrontamiento y la madurez de la persona que está rompiendo que con la edad o el nivel de compromiso de la relación“, detalla Cintrano.
Asimismo, debido a la “digitalización” que experimentan nuestras relaciones en redes sociales, puede verse fomentada esta manera de terminarlas.
“En la medida que las personas se encuentran inmersas en un mercado de relaciones, la persona puede desvirtuar también la propia ruptura. No significa nada”, advierte Díaz-Flores.
No deberías terminar por Whatsapp
Terminar con alguien cara a cara, es la forma más sana y respetuosa de hacerlo, “independientemente de la duración de la relación y de la edad de la pareja”, explica Cintrano.
De este modo, la ruptura mediante mensajes instantáneos se vuelve mucho más dolorosa, ya que ralentiza el proceso de duelo. “Incluso hay personas que son dejadas y sienten más culpa pensando en qué habrán hecho mal, para no merecerse una ruptura cara a cara“, explica Ruth González Ousset.
“Una conversación rápida, más aún si es a través de un chat, no repara el vínculo ni el impacto emocional de la misma manera que lo haría un abrazo, un gesto o una presencialidad“, complementa Díaz-Flores.
“Solo podemos dar por cerrada la herida cuando la persona se ha podido despedir y ha podido conectar con las emociones que se dan en el proceso de duelo“, añade González Ousset.
Por este motivo, cerrar una etapa sin vivir el proceso frente a otra persona, provoca que se vuelva más difícil gestionar el proceso de duelo (negación, racionalización, rabia, miedo, tristeza, aceptación emocional, perdón, gratitud y nuevos apegos).