A veces crees que tu relación está en su mejor momento, estás feliz y el futuro parece prometedor, pero de un momento a otro, por alguna razón, debes terminar la relación.
Los motivos pueden ser muchos: una oferta de trabajo en otra ciudad, tu pareja —con quien creías que estaba todo bien— te fue infiel o te confiesa que no es feliz a tu lado, falta de conexión sexual y hasta diferencias socioeconómicas.
Otra razón puede ser que ambos se dieron cuenta que no comparten los mismos planes de vida ¿Tu pareja cree en el matrimonio y tú no? ¿Quieren tener hijos? ¿Cuántos? A veces las respuestas a esas preguntas terminan por quebrar una relación.
La doctora en Psicología, Randi Gunther, explicó en la revista Psychology Today que estas diferencias muchas veces salen a la luz cuando la relación ya está más consolidada y no en su inicio.
“Esas diferencias deben resolverse con respeto mutuo y apoyo, pero a menudo ponen de manifiesto comportamientos que la pareja ni podría haber anticipado, ni puede tolerar”, afirmó.
Sin duda es una situación complicada y que en muchas ocasiones te obliga a terminar una relación, pese a que amas a esa persona, por lo que la ruptura se hace aún más difícil.
Delfina Ramos, psicóloga y sexóloga, señaló a El País que el término de una relación no solo a veces es inevitable, sino que también necesario para evitar problemas más graves a futuro.
“Hay circunstancias que van desgastando la relación muy lentamente; terminar a tiempo, antes de que se vuelva dañina, puede ser la mejor manera de seguir manteniendo un vínculo con la otra persona, aunque sea de amistad”, apuntó.
Cómo hacer la ruptura menos traumática
1. ¿Estás seguro de que esto es lo que quieres?
Es un momento complicado, pero debes intentar ser objetivo y evaluar si tienes razones de peso para estar seguro de tomar esta decisión.
El psicólogo Miguel Hierro señaló al mencionado medio que un buen ejercicio es imaginarse cómo sería nuestra vida sin esa persona, la respuesta a aquello puede ayudar con la decisión.
2. Háblalo con tu pareja
El dialogo es fundamental y, quizás, durante la conversación puedan surgir concesiones que potencialmente salven la relación. Pero no siempre es así.
“Lo mejor es tratar de romper sin resentimientos y decir: no hemos llegado a una solución común, pero el amor siempre ha estado ahí y con eso me quedo”, comentó Neus Córdoba, psicóloga especialista en pareja y familia.
3. Pacta los términos de la ruptura
¿Se dejarán de ver por completo? ¿Por cuánto tiempo? ¿Se hablarán durante el “duelo”? ¿Se eliminarán de redes sociales? Estas son algunas de las temáticas que se deben negociar para que el término no sea traumático.
4. Aceptar el cambio
En este punto, Córdoba comentó que lo mejor que puedes hacer para afrontar una ruptura amorosa es “abandonar esa metáfora bélica y traumática asociada a las rupturas y ver la situación como un cambio en la vida”.
Finalmente, indicó que para cerrar una relación es bueno reconocer las cosas buenas y ver lo que aportó la otra persona a tu felicidad y agradecérselo. “De lo contrario, nos llenaríamos de una energía psíquica que no nos dejaría cerrar del todo la relación y, seguramente, tampoco empezar una nueva”, concluyó.