Es importante saber a qué los especialistas llaman una relación tóxica y cuáles son las señales de tu pareja que tienes que estar alerta.
Muchas personas que están inmersas en relaciones amorosas tóxicas, no se dan cuenta que están viviendo situaciones de abuso y normalizan las actitudes de violencia de su pareja.
Javiera Donoso, psicóloga especialista en reparación emocional y temáticas de autocuidado y autoestima, revela 5 señales que vives una relación tóxica y la importancia de saber detectarlas a tiempo.
¿Qué entendemos por relación tóxica?
Una relación tóxica puede expresarse de distintas maneras, pero el factor común es que produce estancamiento, inmovilidad, sentimientos depresivos, etc. Contrario a un crecimiento para los miembros de una pareja, este tipo de relación inhibe y paraliza.
“Nos referimos a que algo es tóxico cuando nos hace daño, nos enferma, eventualmente incluso podría llegar a ser “mortal”.
En los vínculos lo destructivo tiene que ver con la predominancia de distintas formas de violencia, falta de comunicación, soledad, inestabilidad, manipulación, celos y control”. Explica la especialista.
¿Cómo darse cuenta que estás en una relación tóxica?
1) La insatisfacción con la relación: “Las motivaciones para seguir adelante tienen más que ver con el miedo, la culpa, el deber, la dependencia y no el deseo o la dicha que estar en esa relación genera. Termina siendo una sensación de no poder salir, de sentirse atrapado, en lugar de un querer estar con el otro”, señala Javiera.
2) Descalificaciones: En este tipo de relaciones predomina la descalificación sobre la calificación positiva.
La vida sexual es inexistente o de baja calidad, se impone la voluntad de uno por sobre la del otro. La pareja no logra ser integrada de manera armónica al mundo social y familiar.
3) Quiebres o rupturas frecuentes, infidelidades: “En las relaciones tóxicas se pierde el respeto por la pareja y la relación, las discusiones que son muy frecuentes suelen terminar marcadas por lógicas violentas”, comenta la especialista.
4) Actitudes de control: Predomina la desconfianza y una actitud de sospecha constante sobre lo que hace el otro cuando no estoy ahí viéndolo. Se piden explicaciones por lo dicho y hecho.
La armonía en la relación es muy frágil y se ve amenazada con mucha facilidad, lo que finalmente les quita libertad a los miembros de tomar decisiones, tener amistades y disponer de sus tiempos.
5) Amenazas continuas: Las diferencias no son toleradas y no logran resolverse en discusiones con altura de miras, sino más bien se vuelven un problema crónico. La relación se vive con miedo y angustia, lo que impide el diálogo y termina matando la comunicación, se deja de contar con el otro como persona de confianza y apoyo. La soledad termina colonizando la experiencia de estar en pareja.
La psicoterapia como ayuda
La psicoterapia es una gran ayuda para las personas que viven o han vivido una relación tóxica, ya que muchas veces necesitan la mirada de otro, que le refleje esta realidad y le ayude a encontrar modos de resolver este problema.
“Sin duda la psicoterapia adquiere una gran relevancia en estos casos, no sólo desde la perspectiva y el acompañamiento, también desde la posibilidad de convertirse en un vínculo sanador que modela otras pautas relacionales, en las que prima la confianza, el respeto”, finaliza la profesional.