Iniciar una relación sentimental no es tan complejo como mantenerla. Durante los primeros meses todo tiende a funcionar perfecto, vas conociendo a la otra persona y pareciera que están hechos el uno para el otro, sin embargo, conforme avanza el tiempo la realidad es muy distinta.
Lo que no quiere decir que sea algo malo, sino que simplemente la relación va madurando, las prioridades cambian y mantener vivo el romanticismo, la pasión e incluso el enamoramiento, termina convirtiéndose en todo un desafío, siendo el mayor de éste, la rutina.
Y es que cuando se llevan varios años en una relación monógama, es muy fácil caer en la monotonía y no prestar atención a los detalles, como sí ocurría cuando se estaba iniciando el romance. En este sentido, el sexo no queda afuera y se vuelve uno de los temas más delicados de enfrentar para muchas parejas, quienes pese a desear tener una vida sexual más satisfactoria, el cansancio y otras obligaciones diarias les juegan en contra, y terminan cumpliendo porque sí o simplemente optan por vivir una “sequía” en ese ámbito.
Para la psicóloga y doctora en sexualidad humana, Sarah Hunter Murray, es esperable que a medida que las relaciones van avanzando, la rutina vaya haciendo lo suyo y eso afecte en el desenvolvimiento sexual de las parejas. Algunas optan por seguir un patrón de comportamiento aburrido pero cómodo, dejando de lado toda cuota de romance, y otras solo prefieren no intimar.
Para la experta, eso no tiene nada de malo si ambos están de acuerdo con ese ritmo y se sienten cómodos, aunque por lo general nunca es así y siempre hay uno que no está conforme o bien que extraña esa cuota de romanticismo sexual que estaba presente al inicio de su relación. “Lo principal en situaciones de rutina y monotonía es cómo nos enfrentamos a eso y cuál es la interpretación que le damos”, indicó.
En este contexto, la frecuencia con que se tienen relaciones sexuales parece ser el tema más importante, sin embargo, la mayoría de los especialistas concuerdan con que el tiempo no es un factor tan determinante como sí la calidad de los encuentros sexuales que se viven.
Aun así, cuando hablamos de frecuencia, quedan a la vista varias inseguridades en cuanto a esta materia, y lo más recomendable es conversarlo con la pareja, ser claro en lo importante que es la vida sexual para cada uno y entenderse de la mejor forma dentro de esos parámetros, puesto que si no, es probable que uno de los dos viva una serie de dudas que lo llevarán a cuestionar su comportamiento en la cama, su atractivo físico, la etapa de la relación, etc.
Para la doctora Murray, “la frecuencia con la que tenemos relaciones sexuales no aborda si el sexo es bueno, malo o insatisfactorio, sin embargo, la frecuencia con la que tenemos intimidad sexual sí puede jugar un papel importante tanto en la satisfacción sexual como en la relación”, consigna en un artículo publicado por el sitio web especialista Psychology Today.
Por lo anterior, igualmente cabe hacerse la pregunta ¿con qué frecuencia la mayoría de las parejas tienen relaciones sexuales? y ¿qué significa eso en la calidad y satisfacción de las relaciones?.
Para eso, la experta cita un estudio estadounidense publicado en el Archives of Sexual Behavior, y que analizó a más de 26 mil personas solteras y en pareja, incluyendo matrimonios, donde el promedio en cuanto a la cantidad de encuentros sexuales al año fue de 54, es decir, algo así como una vez a la semana.
Un dato no menor, es que en 1990 se realizó un estudio similar y en ese entonces la respuesta promedio fue 63. Por lo que el tema de la rutina y las exigencias de una vida mucho más ajetreada, podría estar haciendo lo suyo en este ámbito.
¿Más sexo más felicidad?
La especialista comentó que el pensamiento más común y recurrente es creer que a mayor sexo, mayor felicidad y satisfacción, no obstante, una investigación de más 30 mil personas, publicado en la revista Social Psychological and Personality Science, examinó la relación entre la frecuencia con la que las parejas tienen relaciones sexuales y su nivel de felicidad que comentaron.
La conclusión fue determinante: las parejas que tenían relaciones sexuales una vez a la semana fueron las más felices. Y aquellas que informaron intimar tres o más veces a la semana, no presentaron mayor satisfacción ni felicidad que las que lo hacían una vez en siete días, por lo que la frecuencia ideal sería esta.
¿Y si tengo sexo menos de una vez por semana?
En ese mismo estudio, Murray señaló que se llegó a la conclusión de que aquellos que tenían encuentros sexuales menos de una vez por semana, sí informaron niveles de felicidad y satisfacción más bajos respecto a los dos grupos anteriores.
También se determinó que la mayoría de quienes reportaron estas respuestas, fueron matrimonios. En otra investigación sobre “matrimonios sin sexo”, el 16% de los 6.029 participantes, señalaron que no tuvieron relaciones sexuales en más de un mes.
El autor principal del estudio, el dr. Donnolly, es más enfático y aseguró que al menos un 15% de estas parejas, no tenía sexo en los últimos seis meses.
¿Me debo realmente preocupar por la frecuencia?
Si bien es un tema que debería ser conversado, porque sí podrían existir respuestas problemáticas como las de no tener sexo por más de un mes, lo más importante es poner ojo en la razón que está provocando esta situación.
“Tener muchas relaciones sexuales, pero malas no va a hacer feliz a nadie ni te hará sentir satisfecho. Es más importante reconocer las razones por las que no estamos teniendo relaciones sexuales que la frecuencia con la que las estamos teniendo”, afirmó.
Otro factor importante es sentarse a analizar si nos estamos alejando de nuestra pareja, sin darnos cuenta, o si seguimos enamorados, ya que la “sequía sexual” podría ser indicativo de un problema mucho más profundo y relevante para cada uno.
“Estar siempre ocupados, sentirse cansados, parejas que enfrentan la paternidad, o simplemente existe falta de tiempo por el trabajo o los estudios”, son factores importantes pero no tan graves, sino más bien circunstanciales y nada que no pueda solucionarse con una conversación honesta y madura.
Lo primordial, para la académica, “es recordar que un buen sexo satisfactorio, incluso si es una vez al mes o menos, es preferible antes que tener relaciones sexuales una vez por semana si no nos produce placer sexual o sentimientos de intimidad y cercanía”.
Por último, si resulta ser un tema importante para uno o ambos, lo mejor es buscar la manera de solucionarlo en pareja, con transparencia, y si les cuesta encontrar una solución, quizá sea bueno visitar a algún especialista en el tema.