La llegada del verano es sinónimo de juegos al aire libre y principalmente de las piscinas. De hecho, son múltiples los beneficios que el agua entrega a los niños para su estimulación. Sin ir más lejos, los ayuda a desarrollar habilidades motrices y reflejos, junto con reforzar el vínculo afectivo con sus padres.
Sin embargo, antes de acudir a la piscina con un niño, se recomienda consultar con el pediatra que todo esté en orden, y además tomar los resguardos necesarios. “Junto a ello, es de suma importancia estar conscientes de no descuidar a un niño que no sabe nadar cerca del agua, la supervisión de un adulto es primordial”, comenta Roberto Mayerson, dueño de Tienda Urbano.
Junto a esto, también es muy recomienda contar con flotadores adecuados, y especialmente un modelo que se ajuste de manera adecuada al cuerpo del niño; además también se debe incentivar su uso tanto dentro como fuera del agua, ya que el potencial riesgo de caer a la piscina siempre existe.
¿Mejor opción?
A pesar de ser muy utilizadas, las tradicionales alitas inflables no son las mejores opciones, pues existe un gran riesgo de que se salgan de los brazos o se pinchen fácilmente. Asimismo, los flotares circulares, tampoco son tan recomendables pues el niño se puede resbalar por dentro de este.
Una mejor alternativa son los flotadores alita y pecho, fabricado en una pieza, rellenos de poliuretano, que permiten a los niños estar siempre a flote y cómodos. Además, cuenta con una correa ajustable, por lo que es recomendado de 18 meses a 4 años.
También existe el flotador Schlori, fabricado en Alemania y diseñado para enseñar a nadar. Éste se adapta al cuerpo, donde el pequeño queda en la posición natural de la natación, posibilitando el movimiento con completa libertad. También facilita el trabajo motor y de coordinación; y es recomendado de 11 kg a 60 kg.
Con esto en mente, sólo queda tomar la decisión adecuada y disfrutar del verano.