Taylor Swift es todo un fenómeno, pero eso ya está claro. The Eras Tour, su gira internacional que ha roto récords de recaudación a nivel mundial, es el show del que cualquier fanático quisiera participar, sin embargo, muchos de los que lo han hecho hoy sufren algo llamado “depresión post Taylor”.
La psicóloga Kayla Greenstien, exconsejera y candidata a doctorado en Psicología, quien participó en el comité organizador del “Swiftposium”, señaló a The Guardian sobre el vacío que sienten muchas fanáticas y fanáticos tras presenciar el show.
“Para todas las personas que asisten al concierto de Taylor Swift, la atmósfera creada allí es un espacio de feminidad… salir de ese espacio de concierto y volver al mundo real, es como el efecto de la película Barbie – absolutamente puede ser impactante. Así que las personas realmente necesitan cuidarse en este momento”, señaló la especialista.
Greenstien, quien no se considera completamente fanática de Taylor, sino más bien una “curiosa por Swift”, investiga la terapia psicodélica. De hecho, compara asistir al Eras Tour con el consumo de psicodélicos, ya que en los dos casos hay “mucha preparación y anticipación, y la experiencia es casi trascendental”.
“El sentido de conexión que tienes con los demás es extremadamente brillante de la misma manera… que alguien podría experimentar en un concierto de Taylor Swift”, enfatizó.
Según indica la psicóloga, en la terapia psicodélica habla de integración, que es cómo darle sentido a la experiencia profunda que acaba de tener, por lo que “vale la pena reflexionar sobre qué fue realmente tan maravilloso de esa experiencia, porque creo que va más allá de solo ver a Taylor Swift. Es la atmósfera, la conexión, disfrazarse, ir con la familia, ir con amigos”.
Ser feliz después de Taylor Swift
Kelsey, de 27 años, es una de las fanáticas que habló con el medio. En febrero participó del Eras Tour que se realizó en Melbourne. Pese a que para ella fue un momento maravilloso, dijo que después del show quedó “simplemente triste”.
“He estado en una depresión post Taylor Swift (…) he tratado de manejarlo, pero mi mente vuelve al concierto. Y simplemente te hace sentir un poco triste, porque es como un sueño del que no quieres despertar”, indicó.
En redes sociales, muchos fanáticos han dicho que tras el show no han vuelto a sentir la misma felicidad.
Para Rachel Turnen, otra fanática que asistió al concierto en Melbourne, el sudor, las lágrimas, sangre y dinero que invirtió en el evento, hace que recuperarse después de ir sea más difícil.
Pero no todo está perdido, porque se puede ser feliz tras asistir al evento. Greenstien indicó que una buena forma de conllevar la “depresión post Taylor” es preguntarse qué cosas positivas de la experiencia se pueden llevar a la vida cotidiana.
También recomienda “hacer algo bonito” con las fotos y recuerdos del evento, como imprimir las imágenes y ponerlas en un álbum.
Lorrae McKenna, quien logró asistir a dos de los shows, indicó que junto a los amigos con los que asistió planean hacer una proyección de la película del concierto para “ayudarnos a procesar todo”. Actualmente, la película del concierto ya está disponible en Disney + y Star Plus.
Pulseras de la amistad
Por su parte, Rachel dijo a The Guardian que encontró consuelo en las pulseras de la amistad que se comparten los fanáticos en los conciertos. De hecho, aún usa las suyas. “No es solo una cosa irónica y caprichosa, creo que en realidad son bastante dulces y es un recuerdo que atesoraré”, indicó.
Jess, hermana de Rachel, no cayó en la “depresión post Taylor”, pero indicó que “(Taylor) simplemente emite un ethos en el mundo que si elevas a otras mujeres, y vives tu vida liderando con amabilidad, eres la mejor o más poderosa versión de ti misma”.
“Creo que eso es realmente el corazón de todo. Cuando vas y estás rodeado de 96,000 personas que creen en eso, no puedes evitar salir de ahí, simplemente sintiendo… ‘La gente es increíble’. Y simplemente te recuerda ser un poco mejor cada día”, añadió.
