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(Artículo 04 del Código Procesal Penal)
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En agosto de 2021, un nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, ligado a la Organización de Naciones Unidas (ONU), predice que, en los próximos 20 años, la temperatura global aumentará en 1,5 °C, trayendo consecuencias irreversibles para el planeta que perdurarán por miles de años.
“A menos que haya una inmediata reducción a larga escala de los gases de efecto invernadero, limitar la subida de la temperatura media de la Tierra a esa barrera (1,5 °C) o incluso a la de los 2° será imposible de alcanzar (…) Con un aumento de 1,5°C, habrá más olas de calor, las estaciones cálidas serán más largas y las frías más cortas. Y con un aumento de 2° C, los eventos extremos de calor serán más frecuentes y se llegará a niveles de tolerancia crítica para la salud y la agricultura”, indica la noticia de la ONU.
Al respecto, el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó que “debemos actuar con decisión ahora, para mantener vivo el umbral de los 1,5 grados (…) Las economías inclusivas y verdes, la prosperidad y un aire más limpio, junto con una mejor salud, son posibles para todos, si respondemos a esta crisis con solidaridad y valor».
Una parte importante de este cambio deben ejecutarlo las grandes empresas e industrias a nivel mundial, que son las que pueden marcar una diferencia a mayor escala, pero eso no quiere decir que tus esfuerzos personales sean en vano. Hay medidas que tú puedes tomar para lograr un estilo de vida más sustentable, e incentivar a otros a que hagan pequeños avances.
Cuida tu consumo en general
La ONG Greenpeace explica que cuidar la forma en que consumimos todos los productos a diario puede ayudar significativamente, ya que “el consumo está al final de la cadena de muchos de los problemas ambientales que Greenpeace lucha por solucionar. La sobrepesca, la deforestación, el cambio climático… tienen mucho que ver con nuestro modelo de mercado”.
Un ejemplo es la industria del vestuario y el concepto de fast fashion (moda rápida), que promueve que las personas cambien su ropa con mucha rapidez. “Ya no valoramos nuestra ropa, sino que compramos y tiramos. A medida que los precios y las calidades se desploman, nos podemos dar el lujo de comprar ropa nueva sin pensarlo dos veces. Es la peligrosa adicción de la moda rápida. Pero podemos romper esta espiral de consumismo si repensamos nuestras relaciones con la ropa que ya poseemos”, dice Greenpeace.
Añade que «si conservas tu ropa uno o dos años más, reduces sus emisiones de CO2 en un 24%. No solo te ahorras dinero, sino agua y materias primas. Evitamos que los químicos y los pesticidas dañen los ríos, el suelo y la vida silvestre, y recortar el uso de combustibles fósiles”.
Alimentación sustentable
La alimentación es vital, pero hay algunas malas prácticas que aumentan la contaminación innecesariamente y también pueden perjudicar a nuestra salud.
Un problema evidente es que la gente, restaurantes, supermercados, etc. tienden a desperdiciar mucha comida a diario. Greenpeace estima que alrededor del 30% de los alimentos del mundo terminan en la basura.
Otro inconveniente es el exceso de carne, sobre todo procesada, en la dieta occidental, una costumbre que puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas a largo plazo y, además, es muy contaminante.
«La ganadería es la responsable de la emisión del 14,5% de los Gases de Efecto Invernadero (GEI), y en particular la ganadería industrial es la responsable de la pérdida de biodiversidad en ecosistemas críticos, como por ejemplo la Amazonia, de un elevado consumo de agua y de la contaminación de los acuíferos, de un consumo exagerado de antibióticos, de la destrucción del modo de vida rural y, además, no cuida el bienestar animal”, dice la fundación medioambiental.
La forma en que cocinamos también importa, indica la conocida chef Camilla Marcus, que ha trabajado en algunos de los restaurantes más valorados del mundo y actualmente lucha por ayudar a restaurantes afectados por la pandemia por medio de la Coalición de Restaurantes Independientes, en entrevista con la cadena estadounidense CNN.
Al respecto, sostiene que actualmente se cocina dejando demasiados desperdicios, lo que es «un excedente de la revolución industrial (…) Que no es como cocinaba tu mamá. No es así como cocinaban las culturas históricas. Se trataba más bien de no desperdiciar nada y de ser sostenible. No se dejaba nada en el plato, no se reconvertía nada».
“Nadie podía permitirse o concebir un trozo de filete empaquetado y perfecto. La gente no compraba las cosas así. Le compraba las cosas a sus vecinos. Compraban en tiendas locales”, agrega.
Un cambio pequeño que puedes aplicar, por ejemplo, es empezar a usar servilletas de género en vez de papel. «Le digo a la gente que simplemente decida que no va a usar toallas de papel, que simplemente lo decida, que se comprometa solo con esa cosa. Te prometo que puedes hacerlo. Es mucho más fácil de lo que crees», afirma la chef.
Estas son sólo algunas aristas que puede ayudarte a tener un día a día más sustentable, pero hay muchas ideas más que puedes pensar para ayudar al planeta.
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