En medio de la inauguración presidencial que nombra a Joe Biden como 46° presidente de los Estados Unidos, el público se emocionó ante la presentación de una poeta.
Se trata de Amanda Gorman, quien a sus 22 años se convirtió en la escritora más joven en participar en esta ceremonia. The Hill We Climb (La colina que subimos) fue la poesía que interpretó ante las miles de personas asistentes al evento.
Se trata de la sexta persona en tomar este rol, que también han llevado a cabo Robert Frost y Maya Angelou.
Jill Biden, esposa del presidente electo y ahora primera dama estadounidense eligió a Gorman para que asistiera a la presentación, donde compartió escenario junto a las cantantes Lady Gaga y Jennifer López.
“Hemos visto una fuerza que destrozaría nuestra nación en lugar de compartirla, / destruiría nuestro país si eso significara retrasar la democracia. / Y este esfuerzo estuvo a punto de tener éxito. / Pero si bien la democracia puede retrasarse periódicamente, / nunca podrá ser derrotada de forma permanente”, es un breve extracto que compartió la poeta.
“Estados Unidos está desordenado. Todavía está en su desarrollo temprano de todo lo que podemos convertirnos. Y tengo que reconocer eso en el poema. No puedo ignorar eso o borrarlo. Y así, redacté un poema inaugural que reconoce estas cicatrices y estas heridas. Con suerte, nos ayudará a sanarlos”, opinó a Los Angeles Times.
Contó que no recibió instrucciones concretas sobre qué decir en la investidura, pero sí le pidieron que enfatizara sobre la unión y la esperanza, sin “denigrar a nadie”.
Además, no es primera vez que Gorman recita en una ceremonia, ha estado en eventos por el Día de la Independencia de los Estados Unidos y en la presentación de Larry Bacow como rector de la Universidad de Harvard, su alma mater, donde estudió sociología.
Junto con lo anterior, en 2014 fue nombrada la primera Poeta Joven Laureada de Los Angeles y posteriormente obtuvo el mismo título a nivel nacional.
La escritora comentó al citado medio que desde niña ha luchado con un impedimento en el habla que le dificulta emitir ciertos sonidos. “No veo mi discapacidad como una debilidad. Me ha convertido en la intérprete que soy y la narradora que me esfuerzo por ser. Cuando tienes que aprender a decir sonidos por ti mismo, cuando tienes que preocuparte mucho por la pronunciación, te da una cierta conciencia de los sonidos, de la experiencia auditiva”, amplió.