Un trastorno genético provocó que Zion Clark, un luchador de Ohio, Estados Unidos, creciera sin sus extremidades inferiores.
Cuando era solo un bebé, fue diagnosticado con el síndrome de regresión caudal, afectando el desarrollo de su columna vertebral.
Desde pequeño creció en diferentes casas de acogida junto a otros niños, que a menudo se burlaban de él por no tener piernas. Sin embargo, su destino cambió cuando a los 8 años fue adoptado por Kimberli Clark.
Asimismo y debido a la pasión de su madre por el atletismo, Clark fue motivado a perseguir sus sueños y convertirse en uno de los luchadores profesionales de estilo libre más exitosos del mundo.
“Comencé a luchar en segundo grado. Cuando era muy pequeño, los primeros partidos, no sabía qué hacer y mi oponente tampoco“, admitió en entrevista con el diario electrónico DailyMail.
“Algunos niños tenían miedo de luchar conmigo. Yo tenía miedo de luchar con ellos. No sabía lo que estaba haciendo“, reconoció Clark, quien logró adaptar su lucha tras muchas pruebas y errores.
“Me dijeron que fuera a agarrarle las piernas a mi oponente y tratar de derribarlo, no había técnica, pero yo pensé que era lo más divertido del mundo“, comentó.
Actualmente, a sus 22 años, el deportista entrena dos veces al día, unos seis días a la semana. “Es una rutina, es un estilo de vida”, expresó.
Años complicados
Los años en la escuela fueron un tormento para el joven, ya que debía soportar la intimidación de sus compañeros y a menudo respondía con ira. “La gente se burlaba de mí porque no tenía piernas”, dijo.
Sin embargo, reconoció que la mejor manera de lidiar con los insultos, fue convertirlos en fuerza para levantarse. “Los que odian son tus mayores admiradores: utilízalo para tu ventaja”, reflexionó.
“La escuela no era el mejor momento para mí, pero cuando estaba en el último año pude cambiarlo y entrar a la universidad. Pude hacer todo lo que quería”, apuntó.
Por otra parte, destacó que la relación con su madre fue fundamental para superar las adversidades. “Es la mujer más grande que conozco”, expresó.
Sueña en grande
Cuando se graduó, estaba clasificado dentro de los ocho mejores atletas estudiantes de lucha libre en Estados Unidos, con 15 victorias en 33 peleas en Massillon.
En cuanto a sus aspiraciones, reveló que quiere formar parte del equipo olímpico y ser uno de los mejores luchadores de estilo libre del mundo.
“La mayor lección que he tenido que aprender es que las cosas no siempre irán a tu manera. Tienes que trabajar con lo que tienes, una vez que lo haces comienzan a abrirse varias puertas“, admitió finalmente.
El documental de Netflix
Cabe señalar que en 2018, Netflix estrenó un documental de corta duración sobre la vida de Clark.
El film que narraba la historia del luchador, fue dirigido por Floyd Russ, y estuvo nominado para el Premio del Gran Jurado de Cortometrajes en el Festival de Cine de Sundance.