Es considerada una excelente médica y también una de las más tatuadas. Hablamos de Sarah Gray, una mujer australiana de 31 años bautizada por los medios de su país como “la doctora más tatuada del mundo”.

La joven profesional, que se prepara para convertirse en cirujana ortopédica, tiene tatuajes que cubren todo su cuerpo, excepto su cara.

Tras hacerse conocida en las redes sociales, Gray ha usado esta popularidad para derribar estereotipos y demostrar que el arte corporal y la medicina sí pueden ir de la mano, pese a que comúnmente se cree que no.

“Creo que es un buen tema de conversación, especialmente para la generación más joven de pacientes que vemos. Supongo que es una especie de ruptura de barreras de lo que tradicionalmente se pensaba que debía ser un médico”, señaló la mujer en declaraciones recogidas por el medio australiano News.

Sarah, quien se hizo su primer tatuaje a los 16 años, realiza su internado en el Hospital Royal Adelaide y se describe a sí misma como la doctora “más colorida” del lugar.

“Si tienes confianza y eres competente en tu trabajo, realmente no debería importar tu aspecto”, comentó. “Solo estoy tratando de abogar por ser quien eres y aún poder trabajar en la profesión médica”, añadió

Paralelamente a la medicina, Sarah es dueña de un salón de tatuajes llamado The Grim Raptor junto a su esposo Matt, un tatuador profesional.

Gray además confiesa ser fanática de las películas de terror y por lo mismo se siente atraída por lo “dark”.

Su fama de la “doctora más tatuada del mundo” le ha hecho sumar una buena cantidad de seguidores en Instagram, donde reúne más de 77 mil seguidores.

En una entrevista el año pasado, Sarah explicó que en el pasado había sido rechazada en trabajos en restaurantes y tiendas debido a sus tatuajes, lo que consideraba “frustrante”. Curiosamente, en el hospital, no le pusieron ningún problema.

“Cuando estoy en el trabajo, no me tratan de manera diferente por ser tatuada. Tanto mis pacientes como los médicos superiores me tratan de manera justa y no me juzgan por mi apariencia la mayoría de las veces”, escribió en una publicación de Instagram.

En su cuenta también alienta a sus seguidores a nunca disculparse por ser quienes son.

“Solo espero que cada día la educación en torno al arte corporal continúe alimentándose a través de las generaciones como un efecto dominó y aquellos que nos juzgan como ‘malas personas’ en función de nuestra apariencia se desvanezcan”, expresó.