La familia es lo primero para muchas personas, y eso bien lo sabe Betty Anne Waters, quien no descansó hasta liberar a su hermano de prisión.
Según el diario New York Times, en 1983 Kenny Waters (hermano de Betty) fue declarado culpable por asesinar a su vecina. Kenny ya había tenido problemas con la justicia por delitos menores, pero no era un asesino, según su hermana.
En una entrevista al diario The Sun, Betty dijo que “hubo muchos momentos difíciles desde que fue declarado culpable porque todos esperábamos que volviera a casa ese día. Pensé que sólo los culpables iban a la cárcel y sabía que él era inocente”.
Kenny tenía una buena coartada, pero fue acusado del crimen tres años más tarde, fecha en la que había perdido las pruebas de su paradero. Además, dos ex novias afirmaron que Kenny había confesado ser responsable del asesinato de su vecina estando borracho.
El hombre estaba tan desesperado por la situación que intentó suicidarse y no pudo. Tras el fallido intento, llamó a su hermana desde la cárcel: “Betty Anne, no puedo vivir el resto de mi vida encerrado. Si vuelves a la escuela y te conviertes en mi abogada, sé que me sacarás de aquí. No me importa cuánto tiempo tome”, habría dicho el hombre, según The Guardian.
Con la convicción de que quería hacer justicia, Betty Anne no lo dudó y le prometió a su hermano que volvería a estudiar, pero sólo si él le juraba que no intentaría suicidarse nuevamente. Y así fue como Betty Waters retomó la escuela (la cual había abandonado en secundaria) inscribiéndose en un colegio comunitario local.
“Tenia un largo camino por recorrer. Estudié durante 12 años, comenzando a tiempo parcial” dijo a The Sun Betty Anne.
Lo sacrificó todo
Con 30 años, casada, con dos hijos pequeños y trabajando de garzona, añadir un nuevo compromiso como volver a estudiar parecía imposible, sin embargo, lo logró a pesar de que el precio fue muy caro.
Al terminar su primer año de estudios su esposo la dejó y años después sus hijos decidieron irse a vivir con su padre. Betty calificó la situación como “el peor y más solitario momento de su vida”.
“Si vuelvo a mirar a mis hijos, me gustaría haber tenido un poco más de tiempo con ellos” declaró.
Tras obtener su título en derecho, de inmediato se convirtió en la abogada defensora del caso de su hermano y con la ayuda de su colega Barry Scheck, según CBS News, pudo demostrar a través de pruebas de ADN que la sangre encontrada en la escena no pertenecía a Kenny.
Una celebración muy corta
Después de 18 años en prisión Kenny Waters fue declarado inocente y liberado. Poco tiempo tuvo la familia para celebrar, ya que Waters falleció seis meses después de su liberación, tras caer de una pared y golpearse la cabeza.
A pesar del trágico final, Betty aseguró que Kenny tuvo los mejores seis meses de su vida. La historia fue llevada a la gran pantalla en 2010 en una película que llevó su nombre, versión en la cual se dejó de la lado el triste final de Kenny y se destacó la gran hazaña de Betty Waters.
En la cinta, la actriz Hillary Swank fue la encargada de interpretar a Betty, aquí una foto de ambas en el estreno.