29-09-2018 a las 14:14

El doctor nigeriano que descubrió el amenazante peligro que corren los jugadores de fútbol americano

Publicado por: Leonardo Granadillo

Concussion

En 2015 llegó a la gran pantalla Concussion (Conmoción cerebral en español), cinta protagonizada por Will Smith y que fue considerada una de las mejores películas del año.

En ella, el actor norteamericano interpretaba al doctor Bennet Omalu, un patólogo nigeriano que en su lucha por la verdad tuvo que enfrentarse a la liga deportiva que más dinero genera en el mundo (más de 13 billones por año según HowMuch), la National Football League, mejor conocida como NFL.

Omalu trabajaba como forense en los Estados Unidos en 2002, año en el que llegó a su mesa de autopsia el cadáver de Mike Webster, una exestrella de los Steelers y miembro del Salón de la Fama de la NFL, que falleció a los 50 años.

Mike Webster

Durante la investigación, Omalu decidió estudiar el cerebro del jugador. Según el portal Biography, el médico pagó de su propio bolsillo los estudios de la investigación, donde encontró evidencia de acumulación de proteínas alrededor del cerebro, lo cual explicaba el comportamiento errático del hombre, un diagnóstico denominado Encefalopatía Traumática Crónica (CTE), una enfermedad muy parecida al Alzheimer.

“Simplemente estaba cumpliendo una promesa que le hice a Mike Webster de que llegaría a la verdad”, dijo a CBS Bennet Omalu.

El médico presentó su investigación a la reconocida revista médica Neurosurgery, exponiendo que el daño cerebral de Webster se originó como resultado de repetidos golpes en la cabeza que sufrió durante su etapa como jugador. Webster, conocido como “Iron Mike”, ganó cuatro Super Bowl y se desempeñaba como el líder de la línea frontal, una de las posiciones del deporte americano que sufre más impactos en el cráneo.

La batalla contra la NFL

Omalu inocentemente pensó que la NFL sería receptiva con su estudio, pero se encontró con tres cartas dirigidas al editor de la revista, donde miembros del Comité de Lesión Traumática Leve (MTBI) señalaron que su estudio tenía importantes fallas, y le pidieron retractarse.

El médico continuó con sus estudios a pesar de la presión de la NFL, examinó un caso muy parecido de un jugador retirado, llamado Terry Long, que se había suicidado. El resultado fue el mismo: otro caso de CTE. Tras obtener su segunda evidencia, Omalu envió sin temor otro artículo a la misma revista, el que a pesar de la presión de la liga de fútbol americano fue publicado.

La liga, al saber que los medios ya estaban al tanto de la situación, salió a desacreditar los estudios de Omalu públicamente.  

“Querían exterminarme profesionalmente, que me retractara de mi trabajo y acusarme de fraude”, afirmó el médico, según CBS.

A la información que ya manejaban los medios se le unió el apoyo de colegas influyentes, como el Dr. Julian Bailes, presidente de Neurocirugía de un reconocido hospital y exmédico de los Steelers.

La liga de fútbol americano cedió finalmente cuando en 2009 se publicó un artículo de GQ que detallaba el descubrimiento del CTE en la NFL. El impacto de la revista llevó a la liga a revelar estudios en los cuales quedaba demostrado que algunos de sus exjugadores sufrían enfermedades relacionadas a la pérdida de memoria.

OnlineNigeria.Com

Omalu fue excluido

Tras la primera admisión pública de la NFL, en 2007 según GQ, el nuevo comisionado de la liga Roger Goodell convocó una cumbre en Chicago, el tema a tratar: la conmoción cerebral. Por primera vez la NFL hablaría sobre el tema, convocaría científicos y los escucharía, sin embargo, a la reunión que contó con 300 participantes, no fue invitado Omalu.

Bailes, compañero de Omalu y también ligado profesionalmente a la NFL, indicó que trataban de marginarlo, “no lo invitaron ya que él era el denunciante”, destacó. En apoyo a Omalu, Bailes tomó la presentación del nigeriano y expuso sus preocupaciones en la cumbre tomando su lugar y representándolo.

A pesar de no tener nada en contra de la liga, Bailes se enfocó en esos $100.000 que había sacado Omalu de su propio bolsillo en pro del estudio, y habló del daño que podía causar el deporte, mostrando los cuatro casos que habían investigado.

La respuesta fue la misma que con los artículos de Omalu, se enfadaron con Bailes y a pesar de que hubo cambios importantes en la liga a raíz de la investigación, esta nunca fue aceptada ni validada. Por el contrario, continuaron desestimándola.

CONCUSSION

Cambios en la NFL

Omalu tuvo una derrota con sabor a victoria, ya que a pesar de que nunca validaron su investigación, la NFL no la ignoró y muestra de eso son los cambios que han habido en la liga. Se han establecido estándares para la gestión de conmociones cerebrales, actualmente se aplican pruebas neuropsicológicas a todos los jugadores, y quizá la mejor noticia fue el nuevo plan 88, que surgió de una carta enviada por la esposa del ex Salón de la Fama John Mackey, el mítico número 88 de los Colts.

El caso Mackey se parece a los investigados por Omalu, una pensión mínima para un exjugador que padecía graves problemas de salud tras practicar fútbol americano toda una vida, pero hubo un cambio positivo: la NFL aumentó de $2450 a $88.000 dólares la pensión a exjugadores que sufren demencia.

CBS New York

La actualidad

Según Mercury News un récord de 291 conmociones cerebrales se registró en la NFL en 2017, la liga ha seguido negando su responsabilidad y ha logrado resolver las demandas por conmociones cerebrales. Según Mercury han pagado $520 millones a exjugadores por daños cerebrales.

Las medidas siguen siendo insuficientes, el diario El Universal de México publicó una investigación hecha por IQVIA, empresa especialista en salud humana, cuyos resultados indican un aumento en el número de conmociones cerebrales, un total de 281, hasta 38 más respecto al número de 2016, un aumento del 13.5%.

Por si fuera poco, según ESPN hubo una importante diferencia entre los números oficiales de conmociones cerebrales presentadas por la liga y las cifras que maneja StatsNews (una reconocida agencia estadista) en el período de 2013 a 2015, lo cual ha generado mucha intriga sobre una posible manipulación de las cifras.

Respecto a la película Concussion, en 2015 New York Times citó los correos electrónicos donde Sony cedía ante la NFL, ‘suavizando’ el impacto de la película. Uno de los mails decía que “momentos poco agradables para la NFL se eliminaron o cambiaron”, según NYT. A pesar de que las empresas salieron a desmentir la información expuesta por hackers, se trata de otro ‘conveniente error’ como la falla en la cifra oficial de conmociones cerebrales de la liga.

Una película alabada por la crítica muy bien elaborada, pero que quizá fue ‘muy sutil’ al contar la lucha de Bennet Omalu en la vida real.

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