Cuando los padres y/o tutores consideran que el sistema educacional chileno puede ser demasiado tradicional o conservador, poco flexible y estricto, se buscan alternativas para la formación de sus hijos. Son las pedagogías Montessori y Waldorf las más famosas, ambas basadas en la independencia del niño en su aprendizaje. Sin embargo, existen diferencias entre ambos sistemas.
Si te dijeran que los hijos de Penélope Cruz y Javer Bardem fueron educados con el sistema Waldorf, o que el creador de Amazon, Jeff Bezos y Beyoncé crecieron bajo la educación Montessori… ¿Sabrías a qué se refieren?
Ambos son métodos educativos alternativos a la educación tradicional que se conoce en Chile. En ellos, se promueve la independencia del niño en la exploración y en el proceso de aprendizaje, donde es él mismo el responsable de su desarrollo.
Para algunos, estos métodos de enseñanza pueden sonar nuevos y poco convencionales. Sin embargo, tanto el sistema Montessori como Waldorf cuentan con una trayectoria que ha convencido a muchos padres y madres de todo el mundo.
Chile no es la excepción. A lo largo del país existen múltiples centros educativos que adoptan estas formas de educar, que si bien tienen principios similares, difieren en algunos puntos. En el siguiente artículo podrás revisar cuáles son las principales diferencias entre ambos.
Educación Waldorf y Montesori: sus principios
Tienen elementos de encuentro, pero ya desde su origen ambos métodos son diferentes.
La pedagogía Waldorf es un sistema de educación que concibe al humano como un ser formado por cuerpo, alma y espíritu. Este utiliza el arte y la música como instrumentos centrales en la formación, así como el fomento de la autonomía del alumno al momento de adquirir conocimientos.
Sus principios, según la Asociación de Escuelas Waldorf de Norte América (Association of Waldorf Schools of North America, AWSNA) son los siguientes:
El ser humano como ser espiritual: el ser humano es un trío de cuerpo, alma y espíritu. Fomento en la renovación social con el cultivo de las capacidades humanas al servicio del individuo y la sociedad. La comprensión antroposófica del desarrollo del niño guía el programa educativo. Libertad de enseñanza: el equipo docente trabaja de manera colaborativa para desarrollar el programa educativo. Desarrollo de relaciones humanas entre padres y colegas. Desarrollo espiritual con apoyo del crecimiento profesional en todos los miembros de la escuela. Colaboración y responsabilidad como base para el liderazgo y la dirección de la escuela.
Mientras tanto, el sistema Montessori, de acuerdo con la Fundación Montessori Argentina, es un método educativo que se caracteriza por “proveer un ambiente preparado: ordenado, estético, simple, real, donde cada elemento tiene su razón de ser en el desarrollo de los niños”.
Ninoska Lillo es la presidenta de la Asociación Montessori de Chile, una de las cuatro sedes de Sudamérica unida a la Asociasión Montessori Internacional (AMI). La también educadora de párvulos explicó a BioBioChile que “la principal meta (de este sistema) es que los niños aprendan a su propio tacto y satisfacer la necesidad que tiene el niño de ir a su ritmo, que se sientan seguros de sí mismos, autónomos y que no se apague su llama por aprender”.
Al igual que en el método Waldorf, el Montessori promueve la independencia de los niños en su formación educativa.
El modelo creado por María Montessori se basa en los siguiente siete principios:
Pensamiento y movimiento: el movimiento potencia el pensamiento y el aprendizaje. Libre elección: el aprendizaje y el bienestar mejoran cuando las personas sienten que tienen control sobre sus vidas. Se desarrollan la independencia, la voluntad y la responsabilidad. Interés: el niño aprende mejor cuando está interesado en lo que está aprendiendo, lo que yuda a la comprensión y a la concentración. La recompensa es interna, pues la realización del error y la sensación de logro ocurren dentro. Aprendiendo de y con los pares: el aprendizaje se potencia con el ejercicio de enseñarle a otros. Aprendiendo dentro del contexto: el aprendizaje situado en contexto significativo es más profundo y rico que el aprendizaje en un contexto abstracto. Interacción maestro / alumno: el maestro observa y acompaña, posibilita al niño actuar, querer y pensar por sí mismo, ayudándolo a desarrollar confianza y disciplina interior. Orden en el ambiente y en la mente: el orden externo y la secuencia en el uso de materiales son beneficiosos para el orden interno del niño. Promueve la claridad de pensamiento y la concentración.
De esta forma, una de las principales diferencias que se evidencia es el origen y los principios de cada uno de estos modelos. Mientras la educación Waldorf pretende potenciar el alma y el espíritu con el arte, Montessori nace desde los elementos científicos de la experimentación y observación, así como del uso de lo concreto para comprender lo abstracto.
Trayectoria de Montessori y Waldorf: cuándo nacen y quién los creó
De ambos, el método Montessori es el más antiguo, pero solo por dos años. Fue la primera médica de Italia, María Montessori, quien creó en 1907 el Método de la Pedagogía Científica, más conocido por el apellido de su fundadora.
Gracias a su profesión, surgió el interés por la educación de los niños con discapacidades intelectuales.
Al dirigir una clínica psiquiátrica dedicada al cuidado de niños con retrasos mentales, puso en práctica la idea de un enfoque científico en educación, basado en la observación y la experimentación.
Sobre el sistema Waldorf, según consigna el sitio web del Colegio Giordano Bruno, que adopta este modelo, fue el filósofo y arquitecto, Rudolf Steiner, el creador del estilo educativo.
En medio de la crisis por la Primera Guerra Mundial, por petición de Emil Molt, Steiner creó la Pedagogía Waldorf y la primera escuela que la ejercía, en 1919, en Alemania. Gracias a un seminario de 14 días, instruyó a los futuros maestros en la disciplina para que trabajaran en ese centro.
Waldorf versus Montessori: diferencia en las etapas educativas
Otra de las diferencias entre ambos sistemas es la forma en que establecen las etapas educativas y las edades con las que interactúan.
Por un lado, la educación Montessori trabaja con niños y jóvenes entre los 0 y 18 años, agrupándolos en periodos de 3 años, por ejemplo, de los 0 a 3 años, 3 a 6 años, y así sucesivamente.
Además, considera cuatro etapas vitales, llamadas Planos del desarrollo:
Por otro lado, la educación Waldorf considera solo tres etapas hasta los 16 años. Son las siguientes:
¿Cuál es el rol de los adultos en el modelo Waldorf y Montessori?
Una similitud entre ambos sistemas es el papel que cumplen los adultos y los maestros. Mantenerse al margen, como observadores y colaboradores, es la función de estos agentes.
Según la Fundación Montessori Argentina, el adulto observa y estimula al infante, mientras que “la maestra Montessori, llamada guía, observa a cada niño, sus necesidades, capacidades e intereses y le ofrece oportunidades de trabajo inteligente, con un propósito concreto al servicio del cuidado de sí mismo y de la pequeña comunidad que es el aula”.
En el modelo Waldorf, los padres y maestros tienen la misión de crear un ambiente que estimule el juego y las artes.
Giogiola Otorola es apoderada del Colegio Andes Waldorf de la comuna de San Pedro de la Paz, región del Bío Bío. Ella tiene a sus dos hijas, de 12 y 16 años, en ese colegio desde el año pasado.
“Tienes que estar apoyando a tu hijo, participar de las actividades, estar cien por ciento involucrada. Es un compromiso que tu adquieres cuando optas por un colegio de esas características”, explica la apoderada a nuestro medio.
Las evaluaciones: ¿cómo medir el aprendizaje en estos modelos?
Sin evaluaciones, sin pruebas, sin notas. Así funcionan ambos sistemas. En el caso de la educación Waldorf, según el Colegio Rudolf Steiner, la evaluación es un trabajo personalizado, donde se sigue el aprendizaje por medio de un portafolio que contiene trabajos como ensayos, investigaciones o informes de lectura.
“Los planes van un poco basados en entregar respuestas al Ministerio de Educación, pensando en que den pruebas igualmente”, explica Gigiola Otorola, que vive la experiencia junto a sus hijas.
Es a fin de año cuando los profesores hacen un informe personalizado de cada estudiante.
Para evaluar, el método Montessori tampoco hace exámenes tradionales. “No una prueba escrita, sino una evaluación de competencia de habilidades“, explica la presidenta de la Asociación Montessori de Chile.
La experiencia Waldorf y Montessori en Chile
Como se mencionaba, existen colegios e instituciones que adoptan estos modelos en el país.
El primer colegio Waldorf en Chile fue el Giordano Bruno, fundado en 1979, por Claudio Rauch. En el caso Montessori, el Colegio Huelquén de Santiago es el más antiguo, con 32 años de trayectoria.
De acuerdo con Ninoska Lillo, actualmente hay alrededor de 20 jardines infantiles Montessori y 50 colegios de este tipo a lo largo del país.
En su formato más puro, estos sistemas no son reconocidos por el Ministerio de Educación. Debido a que no hacen evaluaciones, los colegios Waldorf o Montessori sugieren a los padres o tutores que sus hijos hagan exámenes libres para mantenerse ligados al sistema tradicional, por si deciden cambiar de establecimiento.
También, hay colegios que se adaptan a las condiciones del sistema educativo chileno, transformando la evaluación observacional a una cuatitativa, es decir, con notas.
“Muchos padres saben lo que no quieren para sus hijos: una educación tracional donde están sentados en un banco. Por eso, a los padres Montessori se les da una formación sobre el modelo”, reflexiona la educadora de párvulos.
“La forma de educación nos pareció súper interesante. Para nosotros como familia fue un cambio maravilloso. Yo no quería que mi hija fuera un número“, cuenta Gigiola sobre cómo fue la transición de una colegio tradicional a uno Waldorf.
Docentes que ven al estudiante de forma integral, laico y con mucho respeto por las emociones, son elementos que valora la apoderada del colegio Andes Waldorf.
En suma, los sistemas educativos Montessori y Waldorf se transformaron en alternativas atractivas para aquellos padres que buscan algo diferente para sus hijos. Una educación más personalizada, con el juego, el arte y la independencia como pilares en la formación, estos modelos afloran como opción en el sistema educacional chileno.