Pensar en la moda consciente o en el “slow fashion” es casi impensado en una época en la que el “fast fashion” se tomó la gran mayoría de las tiendas del retail.

Comprar una prenda de ropa a un precio muy barato es cada vez más accesible, con cadenas que producen y producen moda para que puedas acceder rápidamente a ella.

Un ejemplo es Shein, que cada vez tiene mayor importancia en el mundo, debido a su explosivo crecimiento en medio de la pandemia, pero también a que cada vez saca colecciones que están en línea con lo que presentan las grandes pasarelas del mundo.

Sin embargo, esto se está transformando en un problema, ya que por el “fast fashion” que favorece a tantos, le genera un daño irreparable al planeta, dejando a la industria de la moda como una de las más contaminantes a nivel mundial.

Pero, la solución existe, es el “slow fashion” o la moda consciente, si bien es una respuesta a la moda rápida siendo su polo opuesto, es una forma de reducir el impacto ambiental que genera la compra de una prenda, revalorizando los productos.

Aquí puedes conocer cuáles son las claves del slow fashion.

Moda consciente: como descubrirla

Viviane Westwood declaró “compra menos, elige bien y hazlo durar”, esta frase podría ser la descripción perfecta de la moda consciente, esa donde la producción masiva de prendas es rechazada y más bien se privilegia producir menos, pero en calidad, señaló Glamour.

Sin embargo, la moda consciente no aplica solamente a que un diseñador o una marca se dediquen a producir en menor cantidad, sino que también a que produzcan bajo condiciones respetuosas con el medio ambiente y los derechos de quienes trabajan en esta industria.

Una de las grandes críticas que se le hace al fast fashion son los dudosos procesos de manufactura que poseen, incluso Shein es cuestionado por su cadena de producción.

De acuerdo a la organización suiza de derechos humanos, Public Eye, Shein mantiene malas condiciones para sus empleados, quienes trabajarían 75 horas a la semana, eso implica jornadas laborales de 15 horas diarias, señaló El País.

Sin embargo, la moda consciente no solo apunta a que quienes la produzcan tengan condiciones laborales aceptables, sino que también a que las prendas tengan un valor que no impacte con el medio ambiente, usando materiales que sean amigables con este, pero a la vez asequible a cualquier estilo de vida.

De acuerdo a Vogue, se trata de una “moda lenta”, señalando que esta tendencia “propone una desaceleración, un respiro ante la excesiva producción y el consumo desmedido instalados por el fast fashion, aquellos que llevaron a que la industria de la moda sea la segunda más contaminante del planeta”.

Las claves de la moda consciente

Encontrar moda consciente puede ser para algunos encontrar una aguja en un pajar, sin embargo, son comercios que siguen siempre las mismas características y esta guía te puede ayudar a encontrarlos.

De acuerdo a GQ, las marcas que mantengan este estilo generalmente seguirán las mismas reglas, como por ejemplo la producción de pocas prendas de una misma colección, en algunos casos solo podrías encontrar una pieza por cada talla, lo que al comprador le dará siempre la exclusividad, algo de lo que carece profundamente el fast fashion.

Generalmente, se trata de marcas que son justos con sus trabajadores, quienes reciben un salario adecuado a su trabajo, pero también conviven en condiciones respetuosas de su labor.

En cuanto a los materiales de confección, privilegian textiles y materiales sostenibles, especifica el medio “comercio justo, libres de tintes contaminantes y producción sustentable.” Esto implica que generalmente tienen reducidos puntos de venta, tanto físicos como online.

Elegir la moda consciente no solamente es un beneficio para la marca, sino que también para el consumidor, ya que tiene diversas ventajas.

Cuando alguien compra moda consciente, asegura que el producto que compro, sea una prenda, accesorio, etc., perdure durante más tiempo en nuestro closet, puesto que son productos que están hechos para fomentar el apego emocional con ellos.

Esto recuerda a la ropa heredada que se usaba antiguamente, cuando algunas prendas iban pasando de generación en generación, las prendas de la moda consciente buscan algo similar, prolongando la duración de estas.

A esto se suma la exclusividad que se mencionaba previamente y que son piezas atemporales. por lo que adquiere un valor diferente y puede ser heredable fácilmente.

Una desventaja, sácale partido

Uno de los grandes beneficios que presenta el fast fashion son los bajos precios, lo que lo hace que la moda sea accesible para todos, pero también que vayamos cambiando cada temporada el closet completo.

Eso hace que la mayor desventaja de la moda consciente sean sus precios, que usualmente son más elevados que el fast fashion.

Esto responde a que trabajan bajo modelos completamente diferentes, mientras en el primero privilegian materias primas amigables con el medio ambiente y duraderas junto a condiciones laborales justas, en el segundo caso esto no es una prioridad.

La diferencia en la producción es importante y por eso los precios son diferentes, sin embargo, la moda consciente asegura calidad, durabilidad, exclusividad.

Aunque uno de los factores más importantes es la sostenibilidad ayudando a disminuir la contaminación de la industria. Incluso, hay marcas que intentan llegar a ser “zero waste”, es decir, no generar desechos.

Por lo que aunque sea un precio caro el que pagas por una prenda, sacando cuentas puede ser mucho menos lo que gastas a lo largo del tiempo, ya que si compras algo que durará solo una estación del año y tendrás que, obligadamente, renovar en la siguiente temporada, gastando más dinero.