¿Te ha pasado que tienes una base de maquillaje que es idéntica a tu tono de piel, pero que durante el día se vuelve oscura o anaranjada? Pues eso significa que el producto se oxidó en tu rostro.

Las razones de esta oxidación pueden ser varias pero, según detalló a la revista Glamour Diana Ramos, experta en formulación cosmética, existen dos principales factores.

El primero tiene relación con el mal almacenamiento del producto. Si no lo cierras adecuadamente o lo expones al sol, la base entra en contacto con agentes oxidantes, los que terminan modificando su pigmento.

El segundo, en tanto, tiene relación con la preparación de la piel antes del maquillaje. Ramos afirma que cuando esto no se hace adecuadamente “corres el peligro de que los aceites de tu piel cambien la formulación de la base y puedas experimentar la famosa oxidación”.

Tips para evitar la oxidación

Para que no termines con una cara anaranjada y le saques el mayor provecho a tu dinero —las bases suelen ser caras que otros productos de belleza— Diana Ramos entregó 5 consejos.

1. Buena limpieza facial e hidratante ligero

Como lo mencionamos anteriormente, la preparación de la piel es clave. Por eso es primordial realizar una buena limpieza de rostro antes de poner la base, pues eliminará las impurezas y otros agentes que pueden causar la oxidación.

Este debe ser el primer paso y, seguido de esto, lo ideal es aplicar una crema hidratante ligera, que se absorba en pocos minutos y que no se vuelva más oleosa, explicó Ramos.

2. Evita productos muy ácidos en tu rutina de skincare

La experta señaló que el pH normal de la piel es de 5.5. Este dato hay que tenerlo en cuenta durante la rutina de cuidado de la piel y hay que fijarse que los productos que se usen no estén muy debajo de este número.

Lo anterior, puesto que cuando el pH cutáneo baja la piel produce más grasa y son estos aceites los que pueden oxidar el maquillaje, cambiando su tonalidad.

3. Prepara la piel con anticipación

Lo ideal es que la preparación se haga con tiempo y no aplicar la base inmediatamente después realizar la rutina de skincare. Deja que la piel absorba los productos que recién aplicaste, pues pueden interferir luego con el maquillaje.

4. Cuidado con la aplicación

Es algo básico pero no está de más recordarlo: nunca apliques tu base con manos, brochas o esponjas sucias. Esto va a modificar inevitablemente el producto y además lo puedes contaminar.

En esta línea, Ramos aconsejó que si se tiene un tipo de piel más grasa de lo normal, es recomendable usar un primer matificante antes de la base. Y, en cuanto al producto en sí, recomienda los que vienen en envase “de vidrio y con un pump (dosificador)”.

5. Almacenamiento

Ramos ya lo había anticipado: cierra bien tu base, no la dejes expuesta al sol y limpia su envase cada vez que la uses para que así la fórmula no se contamine con microbios o entre en contacto con el oxigeno.

Finalmente, con estos cuidados no solo evitarás que tu base se oxide, sino que también prolongarás su vita útil, pues pese a que hay una fecha de caducidad, debido a las contaminaciones el producto puede quedar inservible desde mucho antes.