A todos nos gusta vivir en un lugar bien arreglado y que luzca bien. Preocuparnos por el orden del hogar es especialmente importante considerando la gran cantidad de tiempo que pasamos en ese espacio, e incluso puede influir en nuestro estado de ánimo y nivel de estrés.
Pero decorar no siempre es fácil, pues requiere de una inversión de tiempo y dinero con el que no todos cuentan. Para quienes tengan ese problema, les traemos la solución: les presentamos la decoración industrial.
La tendencia industrial ha ganado gran popularidad en el último tiempo, sobre todo entre el grupo etario de los millennials, gracias a que es visualmente atractiva, no es tan costosa y, más relevante aún, entrega ese toque hogareño y de comodidad que muchos buscan para sus sitios de descanso.
Además, tiene un aire cosmopolita, pues está inspirada en Nueva York, la famosa ciudad estadounidense conocida por su frenético ritmo de vida y capital del diseño mundial.
Específicamente, el estilo industrial está inspirado en el Nueva York de la primera mitad del siglo XX, alrededor de los años 40, cuando hubo muchas fábricas grandes que quedaron abandonadas y, para poder recuperar los espacios a bajo costo, las gigantescas bodegas abiertas fueron divididas en departamentos.
Por lo mismo es que esta arquitectura es bastante característica: cuenta con cielos altos, habitaciones muy grandes y casi sin divisiones, tonos sobrios y texturas toscas, como el metal y ladrillo.
Pese a ello, no necesitas vivir en una bodega o almacén abandonado para tener una decoración industrial. Cualquier casa o departamento puede tener esa atmósfera de loft neoyorquino con los accesorios y muebles adecuados.
Para lograrlo, lo primero que tienes que saber es que, en el diseño industrial, lo que en otras ocasiones suele ocultarse pasa a tomar protagonismo. Estamos hablando de los cables de las luces y electrodomésticos, cañerías y similares. Aquí, todo eso se deja a la vista, pues se convierten en objetos decorativos.
Otro punto clave es que todo se reutiliza: la base de esta tendencia es que lo que normalmente se considera ‘viejo’ o ‘vintage’, puede aprovecharse para otro propósito. Por ejemplo, una enorme rueda de madera para cables puede reciclarse como una mesa, o si tienes una lámpara de escritorio sin usar, puedes ponerla en el living o la cocina.
Asimismo, otra parte de la esencia de esta tendencia son los materiales, como ya mencionamos: junto a los colores sobrios como el blanco, café y negro, también son protagonistas el metal, los ladrillos, el concreto y la madera, todos en estado bruto y desgastado, sin adornos de ningún tipo, lo que permite lograr un look rústico.
Si crees que la arquitectura industrial es lo tuyo, también te contamos que existen proyectos inmobiliarios que están completamente enfocados en ella, por lo que si estás buscando un departamento propio, tal vez podrías darles una mirada.
Por ejemplo, en Santiago centro se está desarrollando el edificio Libertad 51, que será totalmente construido en torno a la tendencia industrial. Es más, en el terreno donde se ubicará solía estar la Fundición Libertad, creada por la familia Kupfer a fines del siglo XIX y que fabricaba ejes para ferrocarriles, frenos, llaves de paso para la empresa de Agua Potable de Santiago, grifos, etc. Hacia 1940 trabajaban allí unas 1.200 personas.
Ahora, Libertad 51 seguirá el clásico estilo industrial en forma, alturas y proporción de fachada. En su interior también hace algunos guiños a la fundición, incorporando elementos metálicos y de cobre.
Y una opción que se está preparando afuera de Santiago es Áncora, un edificio que seguirá la tendencia industrial y que estará ubicado en Valparaíso, frente al mar. A diferencia del anterior, buscará incorporar elementos típicos del entorno portuario, aprovechando su privilegiada localización.
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