Hoy en día el boom es la manicure permanente -sobre todo con diseños-, esmaltado que dura alrededor de 2 a 3 semanas según el crecimiento de la uña.

Si has ido a algún salón para embellecer tus uñas de seguro has escuchado un consejo que se repite: no hacerse más de tres seguidas, porque esto las debilitaría mucho.

Según explicaron desde Divina Nails Spa a Página 7, esto sería falso, pues “todo depende de la calidad de productos que se utilicen, de la correcta aplicación de los productos en el retirado, aplicación de vitaminas y la alimentación. Tenemos clientas que hace más de 10 meses se realizan esmaltado permanente con nosotras y sus uñas están fuertes y duras; de hecho, más largas y fuertes de como cuando vinieron por primera vez”.

A lo anterior agrega que “una buena calidad de productos es fundamental, que cumplan con Certificación MSDS (Material Safety Data Sheet); por lo general esta certificación la cumplen los productos americanos y europeos. La clave de la frecuencia del esmaltado permanente va en la calidad el producto, aplicación y sobre todo en el retiro de este, ya que el esmaltado permantente requiere que lo retire una especialista; un mal retiro puede causar graves daños en la uña”.

“Lo que uno conoce como uña es parte del tejido ungueal, que ya son células muertas. Entonces ¿por qué esmaltados seguidos podrían deteriorarla? No tiene sentido… lo único es productos tóxicos, mala aplicación de estos y exceso de limado al reirarlo”, aseguró Vanesa Rosell, de Divina Nails Spa.

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Una opinión distinta tiene la dermatóloga del grupo hospitalario Quirón en Tenerife Nayra Merino, quien no está a favor de las manicure permanentes, pues podrían esconder algunas patologías que justamente se manifiestan mediante las uñas.

“De lo que sí no hay duda es que si se utiliza de forma permanente este tipo de esmaltes puede enmascarar enfermedades de las uñas o signos de otras patologías sistémicas, pues son clave en el diagnóstico de enfermedades renales, hepáticas, endocrinas y cutáneas”, especificó.

A lo anterior agrega que generan varias consecuencias, tales como: pérdida de brillo, cambios de color, uñas más frágiles. Aunque no es lo único, pues en otros casos se han visto reacciones alérgicas y aparición de infecciones por hongos o bacterias, según información recogida del medio La Vanguardia.

Hoy en día, hay procedimientos estéticos para aumentar el tamaño de nuestras uñas o a hacer más duradero el efecto, y que incluyen gel, lino, seda, fibra de vidrio y acrílico (porcelana). Según el mismo medio estas incluyen el limado de las uñas y luego “el uso de desengrasantes sobre la misma como paso previo a la colocación del postizo”.

Ante esto, Merino dice que “si esto no se realiza de forma adecuada puede llegar a dañar la uña natural. En ocasiones, y según el tamaño de la uña, puede ser necesario el uso de moldes o tips (uñas plásticas artificiales) cuya fijación requiere de un adhesivo (cionacrilato) que puede provocar una reacción alérgica”.

Lorena Baeza Mundaca, académica de la Escuela de Química y farmacia de la Universidad Andrés Bello y experta en Tecnología Cosmética, también tiene su opinión y la dio al portal 24 Horas: “El tiempo que mantengas las uñas pintadas no tiene incidencia en el daño que en ellas se pueda ocasionar, ya que no tienen poros a través de los que puedan absorber algún tipo de sustancia”.

Según Baeza, el daño se produce por mala alimentación o alguna enfermedad, e incluso los jabones, pues sus compuestos, al lavar las manos todos los días pueden provocar inconvenientes, por lo mismo aconseja aplicar constantemente cremas hidratantes.

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Cómo fortalecer tus uñas

Puedes hacerte un tratamiento en tu propia casa, para lo cual solo necesitas “un baño de aceite de oliva durante 15 minutos, poniendo el aceite en un bol y sumergiendo las uñas“, afirma el pedicurista Bastien González al portal Vogue.

En tanto, para aquellas que sufran por tener las uñas amarillas, Bastien también tiene un truco que les permitirá conseguir sanarlas y lucirlas resplandecientes: “De vez en cuando puedes usar una lima pulidora en la superficie de la uña, aplicando antes un aceite específico para facilitar el pulido”.

Vanesa Rosell, de Divina Nails Spa, dice que la alimentación también es clave. “Consume alimentos ricos en vitamina C, imprescindible para producir colágeno, tales como las crucíferas ricas también en azufre, que previenen el debilitamiento de las uñas; mariscos -ricos en zinc-, huevos -ricos en ácidos grasos-, antioxidantes y vitaminas como la A y la D, vitales para producir queratina. También carnes blancas y frutos secos”.

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