Pese a que para muchas personas la grasa no es algo deseado, científicos del mundo de la estética lograron confirmar que el tejido adiposo puede tener una serie de beneficios a la hora de querer aumentar el busto con la técnica de lipofilling.
En concreto, la inyección de grasa es un mecanismo usado para poder agrandar los pechos, pero en su contra juega la reabsorción, con la cual los resultados pueden verse limitados.
Allí es cuando surge como opción utilizar las células madre derivadas de la grasa (ADSC por su sigla en inglés), lo que de acuerdo al Instituto de Biociencia de San Marino permite mantener el volumen obtenido después del injerto de grasa.
“Sus ventajas fueron comprobadas en base al seguimiento por cuatro años de los resultados de pacientes sometidos a implantes ADSC para aumentar el busto”, indicaron a través de un comunicado.
Desde la entidad admitieron que el lipofilling ofrece beneficios como no dejar al paciente con cicatrices tras la operación, que goza de un tiempo de recuperación corto, a lo que se suma el hecho que el material a usar es provisto por el mismo interesado, en cantidades necesarias para el procedimiento.
“De hecho, la grasa puede ser obtenida por liposucción desde depósitos en partes específicas del cuerpo, como caderas, juntando aumento de busto con contorneo de cuerpo”, indicaron.
No obstante, señalaron que el lipofilling tradicional trae consigo la inyección de fracción vascular estromal (FVS), la que contiene macrófragos, glóbulos responsables entre otras cosas del envejecimiento, motivo por el cual “células madre derivadas de la grasa son una mejor opción” para los fines ya mencionados.
“Las células madre en SVF son pocas. El aislamiento en ADSC elimina a los macrófagos y permite expandir las células madre. La expansión es fundamental para resultados más duraderos”, dijo el director del instituto, Giuseppe Mucci.
Para comprobar los resultados de esta técnica, especialistas del instituto administraron resonancias magnéticas tras cuatro años de realizado el procedimiento, exámenes que arrojaron que este tipo de inyecciones lograron mantener el 100% del volumen alcanzado en primer lugar con la cirugía.
Además, concluyeron que las células implantadas se siguen comportando como grasa en su nueva ubicación, incluso si los pacientes suben de peso, adecuándose al nuevo índice de masa corporal.
“Algunas mujeres no quieren procedimientos invasivos. El ADSC no está asociado con ellos y los resultados del tratamiento son naturales tanto estéticamente como al tacto. Es posible remodelar otras partes del cuerpo también, como los glúteos. Además, algunas ADSC son crioperservadas, permitiendo otros usos en el futuro”, agregó Mucci.
Según Vidacel, el primer banco de células madre en Chile, el procedimiento de extracción es sencillo y puede ser ambulatorio, dependiendo del tratamiento elegido por el equipo médico.
Actualmente, se estudia el uso de células madre de tejido adiposo en tratamientos estéticos y dentales o lesiones articulares, óseas, mal de Crohn y el tratamiento de infartos, diabetes, ceguera, Parkinson y Alzheimer.