¿Sabías que existen consecuencias neurológicas que se asocian a las altas ingestas de alcohol durante periodos cortos e intensos como Fiestas Patrias?
Después de una fiesta no sabes por qué se te han olvidado cosas que deberías recordar, tienes dificultades para concentrarte, calcular, entender o aprender. La respuesta es simple y está directamente relacionada a los niveles de alcohol a los que se somete al cerebro durante periodos específicos, como lo que ocurre en estas Fiestas Patrias.
Desde la inhibición de la corteza prefrontal, que provoca estimulación y pérdida de control, hasta la intoxicación, con depresión generalizada de la corteza y de los centros vitales -que podría llevar incluso a un paro cardiorespiratorio y la muerte-, son algunas de las consecuencias del consumo en altas cantidades de alcohol.
El director de la Fundación CIEN, el neurocientífico, Sergio Mora, explicó el cuidado con el que se tiene que abordar este extenso feriado de Fiestas Patrias. “El alcohol es capaz de atravesar rápidamente la barrera hematoencefálica en un 90%, de ahí que se le atribuya un efecto directo, logrando incluso interferir en los potenciales de acción nerviosa”, indicó.
El nerocientífico, no obstante, expresó que hay que hacer diferencias en los alcances del consumo. “Debemos diferenciar entre efectos agudos y crónicos. Estos últimos tienen consecuencias más profundas e irreversibles ya que como sucede con todas las drogas, su uso crónico produce adicción acompañada de cambios estructurales en el cerebro, mientras que los primeros se relacionan a situaciones de excesiva ingesta de alcohol, en periodos cortos de tiempo, algo que tradicional, y lamentablemente, ocurre durante las fiestas patrias”, manifestó.
El director de la Fundación CIEN, además, explica que el poco cuidado en el consumo de alcohol podría afectar, inevitablemente, el desempeño normal de las actividades posteriores a las fiestas: “Las propiedades depresoras generales del alcohol sobre el sistema nervioso central hacen que ejerza efectos sedantes, ansiolíticos, hipnóticos, relajantes musculares y anestésicos que afectan todo el cerebro, disminuyendo su actividad. y como la mayoría de los medicamentos sedantes-hipnóticos, actúa favoreciendo la inhibición sináptica producida por un neurotransmisor llamado ácido gamma-aminobutírico (GABA), como sucede también, por ejemplo, con fármacos del tipo barbitúricos y benzodiacepinas”, afirmó.
Trastornos en el sistema nervioso central, alteraciones en la memoria y en las funciones intelectuales como cálculo, comprensión y aprendizaje, son parte de las consecuencias generadas por la disfunción aguda del cerebro sometido al consumo excesivo e irresponsable de alcohol que, si se vuelve crónico puede llevar a la adicción o alcoholismo, enfermedad de muy difícil tratamiento.