25-01-2019 a las 09:11

3 motivos por los que deberías pensar en comenzar una terapia psicológica

Por Bernardita Villa
La información es de Comunicado de Prensa
rawpixel.com | Pexels

Tomar la decisión de comenzar una terapia psicológica para muchas personas marca un antes y después, ya que a través de las sesiones con el psicólogo comienzan a resolver aspectos de su vida, que en algunos casos, les han impedido vivir de forma plena y desarrollarse a nivel personal y profesional.

¿Cómo comienzo? El primer paso que debe dar una persona que decidió comenzar un tratamiento psicológico es tener un verdadero compromiso y disposición para realizarlo, para luego elegir a su terapeuta, siendo muy importante averiguar y conocer la corriente psicológica de estudio que posee el profesional, ya que esto ayudará a resolver o encontrar los aspectos que desea tratar el paciente.

Es normal que previo a la primera sesión los pacientes sientan ansiedad, ya que “las expectativas que tienen son altas, saben que abrirán campos de su vida que no son fáciles y se verán expuestos y vulnerables en el campo emocional ante un extraño al comienzo, para posteriormente validar al terapeuta a medida que encuentren respuesta a su motivo de consulta”, indica Estanislao Jaque, psicólogo de IntegraMédica.

Sobre la relación que se va construyendo entre el paciente y el terapeuta, es importante saber que “es tarea de cada profesional proporcionar un setting de confianza y empatía necesaria para que quien esté asistiendo a la terapia pueda confiar, como también es función del profesional acoger y respetar al paciente, esa es la base de un buen comienzo y futura alianza terapéutica”, explica el profesional.

3 principales motivos para comenzar una terapia

Resolver aspectos de la personalidad:

Existen aspectos de la personalidad que a algunas personas les generan ruido en su vida cotidiana, con ellos mismos o en el vínculo con otros, generándoles problemas a nivel social y laboral, impidiéndoles desenvolverse de manera normal.

Resolver temáticas del pasado:

En general las personas sienten la necesidad de tratar temáticas que arrastran de la infancia para poder desarrollar una vida adulta plena, motivación que los hace atreverse a buscar ayuda y resolverlas.

Situaciones reactivas propias de la vida:

Las situaciones reactivas como un duelo por fallecimiento de un familiar, quiebres o conflictos de pareja, cambios laborales o adaptaciones a nuevas realidades, pueden traer consecuencias a nivel sicológico que es bueno tratar.

¿Cuáles son los cambios que genera una terapia?

Los primeros cambios que una persona puede percibir a medida que avanza la terapia psicológica, a veces menores y otras veces muy significativos.

Según comenta el psicólogo de IntegraMédica, se pueden reflejar a través de una sensación de alivio, “se sienten sin una carga de angustia o emocional, al poder comprobar que los cambios planteados tienen el efecto esperado, los síntomas disminuyen. En general el paciente logra una estabilidad y sensación de armonía, que no tenía antes de comenzar. El humor es una de las primeras señales de bienestar, cuando aparece, es una señal de resultados positivos”.

Etapas de una terapia sicológica

Cada terapia es distinta, pero coinciden en las etapas por las pasará el terapeuta y el paciente.

Etapa de exploración

Etapa de exploración del motivo de consulta, el cual no necesariamente es el explícito, puede haber un motivo implícito.

Búsqueda de soluciones:

En esta etapa se buscan las posibles soluciones, lineamientos o hipótesis, determinando cómo se va a trabajar el motivo de consulta o la problemática identificada.

Seguimiento y desarrollo con indicaciones:

Se asignan tareas, se identifican avances y se entregan tips para trabajar con el paciente para comenzar a resolver su problemática.

Cierre o alta:

En esta etapa el paciente ha logrado vivir con los recursos aprendidos o ha comprendido, aceptado o resuelto su motivo de consulta. Esta fase es de remisión y de estabilidad.  
  

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