El consumo de alcohol ha estado presente en nuestra sociedad hace miles de años. Se estima que su origen se remonta unos 9.000 años atrás, con el surgimiento de la agricultura y que los primeros neolíticos descubrieron que podían conservar y convertir sus granos y frutas, a través de la fermentación, en bebidas alcohólicas.
Desde entonces, esta sustancia ha alcanzado tal importancia alrededor del mundo que cada nación tiene prácticamente sus bebidas ‘típicas’ y se ha convertido en uno de los agentes de socialización y validación más nocivos presentes en el mundo.
De hecho, según las últimas estadísticas de la ONU, cada año se producen 3,3 millones de muertes en el mundo debido al consumo nocivo de alcohol, representando un 5,9% de todas las defunciones.
Al estar tan presente en nuestra sociedad, prácticamente no existe evento social en el que no se consuma este tipo de bebidas, y tampoco es un hecho aislado que varias personas de las que comparten en tales instancias terminen en malas condiciones y recurran al inodoro para vomitar y así poder sentirse mejor más rápido.
Pero ¿por qué ocurre esto? De acuerdo a una investigación llevada a cabo por la Universidad de Texas, en Dallas, Estados Unidos, el vómito aparece cuando nos excedemos en la cantidad de alcohol que consumimos, ya que al ser un irritante gástrico, altera nuestro estómago y su funcionamiento.
Por lo mismo, no es extraño que si este hecho se repite en el tiempo o si realmente pasaste todos los límites, termines con una gastritis, que es cuando el revestimiento del estómago se irrita y se inflama, según el sitio especializado Medline Plus. Lo peor es que esta dolencia puede convertirse en crónica y durar meses o años.
De acuerdo a la revista de corte científico Muy Interesante, la razón por la que podemos beber tanto alcohol sin percatarnos, es porque éste pasa directo desde la boca, pasa por el esófago, entra al intestino delgado y luego al torrente sanguíneo. De esta manera se absorbe rápidamente y afecta nuestra capacidad de respuesta, nos desinhibe, y claramente los límites se vuelven más difusos.
De acuerdo a un informe de la Universidad Estatal de Colorado, Estados Unidos, consignado por el citado portal, la primera etapa de una borrachera inminente son las náuseas, que no son otra cosa que contracciones de los músculos gástricos lisos del estómago y un aumento en el tono de la pared del músculo en el intestino delgado.
Luego vienen las arcadas, espasmos que ocurren porque parte del estómago se contrae y otras áreas se relajan, y finalmente llegamos al vómito.
¿Cuánto es lo que se ‘recomienda’ beber?
De acuerdo a la Clínica Mayo, existe una pauta para regular el consumo de alcohol que si bien no promueve el ingerir este tipo de sustancia, sí entrega límites a tomar en cuenta.
Un consumo moderado, en adultos sanos, no debería ser más de una copa por día para mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65 años. En el caso de los hombres menores de 65 años, pueden ser hasta dos copas por día.
Pero ¿qué significa una copa? Esto variará dependiendo del tipo de preparación alcohólica que consumas. Como ejemplo, un consumo responsable de cerveza no debería superar los 355ml, y en el caso del vino, una copa 148 ml. Cuando hablamos de bebidas destiladas su consumo no debería superar los 44 ml.
En cuanto a graduación alcohólica, la cerveza alcanza un promedio de 5%, seguido del vino con un 13%, y otros licores que superan el 30% y pueden llegar fácilmente a 70%.
Cabe señalar que la misma organización, sitúa el consumo excesivo de alcohol en cinco o más bebidas durante alrededor de dos horas para los hombres y cuatro para las mujeres, en el mismo periodo de tiempo.
Si ya vomité… ¿qué pasos debo seguir para reponerme lo antes posible?
Además de replantearte las razones que te llevaron a terminar pidiendo perdón frente al inodoro, es importante que sigas una serie de pautas que te ayudarán a recuperar fuerzas, aliviar la irritación del estómago y esófago, y también la resaca. Debes tener claro que vomitar puede deshidratarte, sobre todo si está asociado a un consumo excesivo de alcohol.
Lo ideal es que esperes varias horas antes de comer, y si bien es primordial que consumas líquido, lo mejor es hacerlo en cantidades pequeñas. De acuerdo a la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos, la comida también debe dividirse en porciones más pequeñas y más veces en el día, en vez de las tres clásicas.
En este contexto, lo ideal es recurrir a alimentos suaves como galletas, pan tostado, pollo, arroz y pastas, pero sin aliños. También es buena idea consumir alimentos que tenga mucha agua como sopas, helados, y/o gelatina.
Luego de comer, no te acuestes, sino que siéntate en un espacio cómodo, tranquilo, y ojalá libre de olores. Salir a tomar aire fresco también puede ayudar.
Por nada del mundo consumas alimentos procesados ricos en grasas, con mucha sal, o con olores fuertes, tales como pasteles, salchichas, hamburguesas, papas fritas, etc. Claramente evita consumir nuevamente alcohol y bebidas carbonatadas.
¿Cómo saber si tengo problemas con el alcohol?
En la realidad local, y de acuerdo a cifras de la OMS Chile es el mayor consumidor de alcohol per cápita en América Latina, con 9,6 litros anuales, lo que evidentemente acarrea una serie de problemas asociados a la salud, seguridad y vida social.
En este contexto, en el sitio web de la entidad Alcohólicos Anónimos, existen un test que funciona como autodiagnóstico que ayuda “a clarificar si se tiene problemas con la manera de beber”, agregando que si respondes a dos o más preguntas de manera afirmativa, tienes una clara tendencia alcohólica que debería ser evaluada.
Revisa el test AQUÍ.