El gobierno de Japón busca implementar una inédita medida para los trabajadores del país: permitir que todos descansen un lunes del mes durante la mañana. El objetivo es reducir las preocupantes cifras de suicidios por estrés laboral.
De acuerdo al diario inglés The Telegraph, la medida es impulsada por el Ministerio de Economía de dicho país, el cual espera recortar las horas extras que trabajan los japoneses y motivarlos a llevar una vida más equilibrada.
La primera prueba la llevó a cabo esta organización el pasado 27 de julio, cuando permitieron que el 30% de sus trabajadores de planta pudieran descansar durante la mañana e integrarse durante la tarde.
De este modo, el gobierno nipón estudia fórmulas para convencer a las empresas privadas que empiecen a aplicar la medida de forma paulatina. En un primer acuerdo, el “Lunes resplandeciente” sería voluntario para las organizaciones.
Sawako Shirahase, profesor del Departamento de Sociología de la Universidad de Tokio, indicó al mencionado sitio que, desde su concepción, la cultura japonesa ha puesto un alto énfasis en la importancia del trabajo.
“Las jornadas laborales largas en Japón son un problema fundamental que nace de la ética laboral y la cultura corporativa profundamente incrustada en los centros de empleo y el estilo de trabajo que hay en el país”, señaló.
Los casos de Karoshi
El término Karoshi hace referencia a las muertes por exceso de trabajo. En este sentido, en Japón se reportan casos de personas que trabajan hasta 80 horas extras durante el mes.
Las muertes por este fenómeno se deben principalmente a enfermedades cerebrales y ataques cardíacos, los cuales se producen por jornadas laborales demasiado extensas.
Según el medio BBC, en el año fiscal de 2017 se registraron 236 muertes por karoshi, las cuales fueron reconocidas y lamentadas por el gobierno.
A esto se sumó que el año pasado se produjeron 208 suicidios, los cuales fueron reconocidos oficialmente como “karojisatsu”, es decir, cuando la persona se quita la vida a causa de problemas de salud mental originados en el trabajo.
Cabe señalar que el grupo que estuvo más susceptible a cometer esta acción fueron jóvenes cuyas edades estaban entre los 20 y 29 años.