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El otoño es el momento ideal para efectuar la mantención de los equipos de aire acondicionado (AC) antes de que llegue el frío del invierno, dicen los expertos.

Y es que mantener estos dispositivos en óptimas condiciones, no solo reduce el consumo de energía; también puede prolongar la vida útil del equipo, prevenir fallas, e incluso disminuir la huella de carbono.

De hecho, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) de España, un mantenimiento adecuado puede mejorar la eficiencia entre un 10% y 20% en este tipo de artefactos, lo que representa un importante ahorro en costos operacionales.

Pierre Dréano, jefe de Producto HVAC de Midea Carrier Chile, empresa especializada en climatización, explica cómo funciona.

“Un sistema bien mantenido puede llegar a consumir menos energía, ya que evita bloqueos en los filtros, mantiene la correcta circulación del gas refrigerante y permite que el motor opere sin sobrecargas innecesarias”, señala.

“Además, esto reduce el desgaste de sus componentes y evita costosas reparaciones en los meses de mayor uso, por lo que optimizar el rendimiento de los AC es fundamental para garantizar ambientes confortables y evitar aumentos excesivos en la boleta eléctrica”, agrega.

El aire acondicionado y la crisis climática

Pero eso no es todo, el experto también enfatiza que realizar una mantención adecuada puede repercutir en un menor impacto ambiental. Esto porque al mejorar su rendimiento, se reduce la emisión innecesaria de gases y el consumo energético.

Por otra parte, permite un ambiente más saludable, puesto que un sistema limpio previene la acumulación de polvo y agentes alérgenos en el aire.

Recordemos que la climatización, especialmente cuando se trata de refrigeración (al usar el aire acondicionado en verano), es uno de los tantos efectos del área energética que repercuten en la crisis climática, que está haciendo que las ciudades sean cada vez más calientes.

Mark Radka, Jefe de la Subdivisión de Energía y Clima del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), habló recientemente sobre este problema.

La demanda de climatización representa casi el 20% de la electricidad utilizada en los edificios y es el uso de energía que crece más rápidamente en los edificios de todo el mundo, triplicándose de aquí a 2050“, señaló. “Ahora mismo, cuanto más enfriamos, más calentamos el planeta”.

Si bien la energía utilizada por estos equipos varía dependiendo de cada país y su contexto geográfico, el experto de la ONU llamó a las administraciones de las ciudades a tomar parte.

Las ciudades pueden aportar o incentivar muchas de las soluciones necesarias para hacer frente a la demanda de climatización, ya sea mediante la aplicación de normas de planificación, la incorporación de más naturaleza a las ciudades, la construcción de viviendas sociales o la promoción de enfoques como la climatización urbana”, señaló.