El creador de Microsoft, Bill Gates, es admirado en el mundo por su trabajo en la industria de la tecnología, por su lujosa vida y por su inteligencia. Y sobre este último punto, se ha develado una antigua técnica que usa para recordarlo todo: el palacio de la memoria.

Se trata de un método que tiene su origen en la antigua Grecia, que también recibe por nombre “método de loci“, cuya palabra se traduce del latín a “lugares”.

Este nació a raíz de que en la época no existían ni los recordatorios del celular ni mucho menos los cuadernos o métodos similares de apuntes. Por ello, cuando los eruditos debían memorizar extensos discursos, lo que hacían eran relacionar los recuerdos a lugares dentro del “palacio”.

Para ello, según detalla Business Insider, es necesario visualizar un espacio mental (palacio) con habitaciones y/o espacios donde depositar los recuerdos e ideas. De esta manera, se debe diseñar un espacio real o imaginario, donde a cada espacio se le designa una pieza de información.

“Por ejemplo, si quieres recordar una lista de términos, puedes colocar cada palabra en un mueble o habitación diferente dentro de tu palacio“, detalla el mencionado sitio.

Y para utilizar estos recuerdos, solo es necesario recorrer mentalmente las habitaciones y recordar qué elemento estaba en cada lugar.

Bill Gates habría descubierto el método luego de leer el testimonio de Joshua Foer en le libro “Moonwalking with Einstein” y a partir de él lo comenzó a usar como una forma de estructurar datos en su mente de forma ordenada y visual.

De esta manera, el experto en tecnología admitió en entrevistas que a través del Palacio de la Memoria ha podido recordar datos históricos, conceptos y nombres de personas en eventos, sin necesidad de usar pantallas o incluso apuntes.

De acuerdo a la Universidad Panamericana de México, el método también puede ser muy útil a la hora de estudiar, especialmente cuando se trata de grandes cantidades de información.

Por ejemplo, se puede visualizar una carretera llena de detalles, como árboles, letreros, vehículos, etc., los cuales se deben conectar con elementos estudiados, como una fórmula matemática, la frase de un libro o un elemento químico.