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El 7 de septiembre se realizará el cambio de hora en Chile, pasando a las 01:00 horas del domingo luego de las 23:59 del sábado, entrando así en horario de verano para aprovechar la luz natural. En la zona insular, el cambio será a las 22:00 horas. A partir del 8 de septiembre, en Santiago el sol saldrá a las 07:50 y se ocultará a las 19:30, generando oscuridad al iniciar la jornada laboral. El neurólogo Alejandro Marinis de la Clínica Universidad de los Andes señala que el cambio de hora puede afectar el reloj biológico humano, recomendando ajustar gradualmente los horarios de sueño antes del cambio. Además, se aconsejan medidas como mantener una rutina de sueño, limitar la exposición a la luz artificial en la noche y evitar actividades estimulantes antes de dormir para una mejor adaptación al nuevo horario.

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El próximo 7 de septiembre se realizará el cambio de hora en Chile, por lo que se pasará automáticamente a las 01:00 horas del domingo, luego de las 23:59 del sábado.

Esto para pasar al horario de verano y así aprovechar mejor las horas de luz natural.

En el caso de la zona insular, es decir, Rapa Nui y la Isla Salas y Gómez, el cambio de hora se realizará a las 22:00 horas del sábado 7 de septiembre.

A partir del domingo 8 de septiembre, el sol saldrá a las 07:50 horas y saldrá a las 19:30 en Santiago, lo que significa que aún estará oscuro cuando algunas personas estén entrando a la oficina.

¿Cómo afecta al cuerpo el cambio de hora?

El cambio de horario puede ser complicado para algunas personas, sobre todo cuando están acostumbrados a la rutina diaria, ya que el reloj biológico humano depende en gran parte del ciclo de luz y oscuridad, señala el neurólogo e integrante del Programa de Medicina del Sueño de la Clínica Universidad de lo Andes, el Dr. Alejandro Marinis.

Los cambios de hora alteran nuestro reloj biológico, ya que “las personas se van a acostar más temprano en relación con el ciclo de luz y oscuridad, y deben seguir levantándose a la misma hora”, añade Marinis.

Recomendaciones

El profesional recomienda que, para enfrentar el cambio de hora, lo ideal es partir dos semanas antes acostándose y despertándose 15 minutos antes, por dos o tres días, luego, adelantar otros 15 minutos, así hasta el 7 de septiembre.

Así, cuando ocurra el cambio de hora, el reloj biológico ya estará acostumbrado.

“En la biología, la gradualidad es sumamente importante. Pequeñas modificaciones ayudan a que la adaptación sea más fácil”, indicó el neurólogo.

Según indica la Clínica de la Universidad de los Andes, esta estrategia de anticipación es fundamental, sobre todo para personas con trastornos del sueño, adultos mayores y niños. De hecho, añade que un 30% de los chilenos sufren de insomnio crónico.

Otras recomendaciones para enfrentar el cambio de horario, según el portal de la Clínica Indisa, son:

– Tener una rutina para acostarse: intenta respetar tus horarios de sueño, incluso los fines de semana.
– Utiliza la habitación solo para dormir y actividades de pareja.
– Mejora la exposición a la luz solar durante el día y evita la exposición a la luz artificial durante la noche para que mejore la producción de melatonina.
– Evita las siestas o, si las haces, que estas sean de máximo 30 minutos.
– Come algo ligero de noche y por lo menos 2-3 horas antes de acostarte.
– Evita la actividad física extenuante antes de dormir.
– Evita bebidas estimulantes tales como té, café y alcohol.
– La temperatura ideal para dormir es entre 19 y 21 grados.
– Si no puedes dormir, levántate y realiza alguna actividad relajante. Recuerda no quedarte en la cama más de 20 minutos sin conciliar el sueño.