¿Has escuchado alguna vez el término “consumo vampiro” o “consumo fantasma“? Este concepto es el que está detrás del por qué no debes dejar el cargador de tu celular conectado -y en realidad, ningún enchufe- cuando no se está ocupando el dispositivo electrónico.
Sebastián Lira, académico de la carrera de Ingeniería Ambiental de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Andrés Bello (UNAB), define el consumo vampiro como el gasto de energía invisible que se da cuando tenemos artefactos conectados a la electricidad sin usarlos o cuando están apagados.
“Este derroche energético aparentemente insignificante se traduce en un aumento del calentamiento global de nuestro planeta“, declara el también Doctor en Ciencias de la Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
En un artículo escrito por el mismo profesional para la UNAB, se estipula que el consumo vampiro puede representar entre el 5% y el 10% del consumo energético de un hogar promedio, según la Agencia Internacional de Energía.
El experto detalla que tal porcentaje incluye dispositivos como notebooks, equipos de sonido, routers inalámbricos, televisores, impresoras, el cargador del celular, cargador de notebook, hervidores en la cocina y consolas de videojuegos.
¿Qué puede pasarle al cargador de mi celular si lo dejo enchufado sin usarlo?
Desde el caso general sobre dispositivos que al quedar enchufados sin usarse, generando consumo de energía innecesaria, pasaremos al caso particular de qué sucede específicamente con los cargadores de teléfonos celulares.
El Periódico de España enumera un listado de posibles consecuencias al dejar dicho cable conectado a la corriente sin enchufarlo al celular:
Sobrecalentamiento
Tanto el cargador como el dispositivo pueden sobrecalentarse. Esto genera un riesgo: el cable puede entrar en contacto con superficies inflamables, provocando un incendio.
El sobrecalentamiento, además, puede dañar los componentes internos del cargador y del celular, reduciendo su vida útil. Hay que considerar que hoy en día, los cargadores originales no son baratos.
Daño al cargador y/o al dispositivo
El uso continuado del cargador puede causar desgaste y daño tanto al cargador como al teléfono. Los cables pueden deshilacharse o hacer cortocircuito.
Además, los conectores (entradas) pueden soltarse, lo que afecta directamente en la eficiencia de carga (algo que puede afectar al puerto de carga del dispositivo).
Peligro para niños y las mascotas
Los cables a la vista pueden ser tentadores para niños y/o mascotas, quienes pueden manipularlos o morderlos, respectivamente. Aquello puede resultar en descargas eléctricas o cualquier otro accidente.
Impacto medioambiental
Dejar los cargadores enchufados aumenta la demanda de electricidad y la generación de emisiones de carbono. Al estar insertos en un mundo donde cada vez es más importante la sostenibilidad, resulta fundamental adoptar prácticas responsables ligadas al uso de energía y reducir nuestra huella ambiental.