Una meta constante que se imponen muchas personas es conseguir ser más productivas y eficientes en sus funciones laborales, para así no acumular cargas ni pendientes; y de paso evitar el estrés que produce eso último.
Sin embargo, a veces ese objetivo se queda sólo “en las ganas”; o bien se logra por un tiempo, pero no se prolonga.
Para conseguirlo, existen una serie de hábitos que se pueden empezar a adoptar.
Al respecto Lissette Domínguez, directora de Atracción de Talentos de SOS Group, comentó que una persona que trabaja bien y en un tiempo razonable mejora su calidad de vida y proyección laboral.
“Alguien eficiente, tiene más tiempo para descansar, vive menos estresado y es más considerado para desarrollar carrera en una empresa”, explicó.
En contraste, advirtió que la persona que se atrasa permanentemente en sus gestiones “vive estresada, cansada y al acumular tareas pendientes puede desarrollar desmotivación con el trabajo”.
Volver a tener foco y menos redes sociales
La experta de SOS Group entregó algunas recomendaciones para alcanzar mayor productividad en el trabajo diario.
Por ejemplo, recuperar el foco y la concentración, tratando de realizar cada tarea de manera continua y en lo posible evitando interrupciones que vienen de redes sociales.
“Si haremos un trabajo que requiere concentración, podemos desconectar WhatsApp en ese lapso y recién revisarlo al concluir la tarea”, recomendó.
La experta sugirió que cada persona autorregule su conexión a redes sociales en la jornada laboral; y revisar éstas idealmente en horario de colación o al finalizar el horario de trabajo.
“Las redes sociales impactan negativamente en la productividad. Cuando revisamos Instagram, Facebook o WhatsApp, perdemos varios minutos sin darnos cuenta. Además, interrumpe nuestras ideas y concentración, lo que retrasa el trabajo y resta productividad”, indicó.
Planificarse
Dedicar minutos cada mañana a planificar la jornada laboral y ordenar prioridades podría ser fundamental para la eficiencia.
Para ser más productivo, la experta recomendó “realizar primero las gestiones urgentes, luego las importantes, y en momentos de mayor cansancio realizar las tareas que demandan menor esfuerzo. Así se realizará un aprovechamiento eficiente del tiempo”.
Escribir esta organización en un software, cuaderno o pizarra ayudará a definir prioridades, tachar las gestiones realizadas y sacar de la mente las tareas pendientes, para abordarlas cuando corresponde.
Pausa activa
Descansar en horario laboral, agregó la experta, pues al cabo de una o dos horas de trabajo se produce una fatiga en la concentración y baja el rendimiento.
Es aconsejable parar de trabajar unos minutos, caminar, tomar un café, conversar, o hacer pausa activa con ejercicios físicos.
“La cultura laboral chilena culpa el descanso, pero hacer una pausa es importante para recuperar energía física y mental”, comentó.
Terminar una tarea, luego seguir con otras
Empezar una tarea, concluirla y luego pasar a la siguiente permitirá avanzar de manera más rápida.
“Muchas personas realizan varias gestiones simultáneamente, lo que genera vaivén mental, dificulta la concentración y concluir cada tarea”, explicó Lissette Domínguez.
Por último, llamó a tener objetivos semanales, semestrales o anuales que permitan mejorar nuestro trabajo en el largo plazo, como aprender una nueva metodología o actualizar conocimientos.