Chile tiene una excelente producción de vinos, por lo que, según expertos, es muy difícil encontrar productos de baja calidad.

Queda casi nada para las Fiestas Patrias y los chilenos ya están listos para comenzar una de las celebraciones más esperadas del año, donde la carne y el vino no pueden faltar.

Pese a la inflación, estos serán los primeros festejos relativamente normales que tenga el país en tres años, y la buena noticia para los amantes del vino, es que en Chile existe una gran variedad de calidad y diferentes precios.

De hecho, expertos aseguran que es tal la calidad de los productos nacionales, que no siempre es necesario invertir en una botella extremadamente cara, ya que no nada.

“En Chile resulta sumamente difícil encontrar un vino defectuoso, incluso siendo el más barato del mercado“, explicó a BioBioChile hace un tiempo Pablo Cintolesi, enólogo de la zonal de Cachapoal y miembro Asociación de Ingenieros Agrónomos Enólogos de Chile.

¿Caja o botella?

“Los vinos en caja suelen ser de uvas de mesa o de viñedos más productivos, lo que se correlaciona negativamente con la calidad. En todo caso, el manejo de vinos en caja en Chile va acompañado de un mayor nivel de azúcar residual (20-40 grs por litro) lo que los hace más fáciles de tomar que muchas veces los vinos corrientes en botella”, señala.

Sin embargo, siempre es bueno tener en cuenta la relación precio-calidad y la ocasión en que se usará, pues un vino excesivamente económico puede arruinar la ocasión, mientras que uno demasiado caro puede hacer lucir mal a una comida tan sencilla.

¿Qué vino elegir para los asados?

La gran mayoría siempre piensa en el Cabernet Sauvignon para las carnes rojas y empanadas. De hecho, es la variedad más consumida en el mundo y la más plantada en Chile.

El enólogo Sebastián Ruiz, de la viña Tarapacá, asegura que el Cabernet Sauvignon puede ser maridado con una gran variedad de platos, como carnes rojas y carnes blancas, un picoteo y quesos maduros.

Eso sí, la temperatura óptima para servir en copa es en torno a los 18°C.

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Pero el Cabernet no es el único. Ruiz añade el Carmenère es otra apuesta segura, pues “se caracteriza por su color rojo rubí con tintes violáceos y es un vino de aroma intenso, joven y frutal”.

Todas estas características hacen que sea el complemento perfecto para aquellos que disfrutarán de carnes asadas a la parrilla o al horno, como cerdo, e incluso de platos tradicionales de la cocina chilena y legumbres.

La temperatura óptima de servicio es 17°C.