Según el informe entregado por la Asociación de Aseguradores de Chile (AACh), sólo en enero de este año, más de mil autos fueron robados en el país. El gran problema actual, es que el clásico modus operandi de estos delitos han ido evolucionando junto a la tecnología.
Una de las últimas y más peligrosas tendencias que han surgido se conoce como Jamming.
Pero, ¿qué es? Básicamente, es un pequeño dispositivo llamado precisamente “Jammer”, cuya misión principal es deshabilitar, bloquear e inhibir la funcionalidad del equipo de rastreo GPS, celulares GSM, 2G, 3G, 4G LTE, radios UHF y VHF, WiFi y Nextel.
“Una vez que se bloquea la señal del GPS, se evita su localización vía satélite en forma permanente”, asegura Eduardo Sotomayor, Gerente General de Autotrack.
De acuerdo al portal Drive Tech, este pequeño dispositivo “emite ondas de radio frecuencia baja, las que interfieren la conexión impidiendo emitir y recibir señales desde y hacia el área de inhibición”.
De hecho, el portal afirma que el Jammer usualmente se utiliza en lugar que requieren de seguridad especial como recintos militares, aeropuertos, cárceles, reuniones de negocios o espacios que necesitan confidencialidad.
¿Cómo protegerse?
El mercado actuó rápidamente para buscar una solución y, entre otros, crearon otro dispositivo bajo el -creativo- nombre de “Anti – Jamming”.
Este puede ser instalado en todo tipo de vehículos, permitiendo una inmediata detección del jammer. Esto activa de manera automática la inmovilización del motor, cortando el flujo de electricidad del vehículo, impidiendo al asaltante llevar a cabo el robo.
El equipo funciona mediante un sofisticado algoritmo de radiofrecuencia, cuya precisión permite detectar incluso en túneles y subterráneos.
Pero ojo, porque de acuerdo al portal Delta Tracking, “algunos dispositivos GPS tienen la opción de detección anti-jamming”, por lo que no está demás leer el manual.