De acuerdo a Niklas Gustafson, experto en Dietética y Nutrición Humana, un mito de la alimentación que está muy instaurado en el imaginario social es que las grasas son malas.
Muchos creen que tienen poco aporte nutricional, aumentan el nivel de colesterol y que se “pegan” a las arterias y no se van más. Pero según Gustafson esto no es del todo cierto, de hecho, asegura que el azúcar es mucho más dañino que las grasas.
En su más reciente columna en el portal ABC, el profesional señaló que “está más que comprobado que ingerir grasas es básico en cualquier dieta sana, y que la energía que estas aportan a nuestro cuerpo es mucho más duradera (y por tanto menos ‘adictiva’) que la provocada por los hidratos de carbono”.
Eso sí, no habla de cualquier grasa. El especialista indicó que muchos de los alimentos grasos que ofrece actualmente el mercado son ultraprocesados y terminan “convirtiéndose en carbohidratos refinados y azúcares”.
En este sentido, Gustafson promueve el consumo de las monoinsaturadas y las poliinsaturadas, popularmente llamadas “grasas saludables”. Y, respecto a las saturadas, recomienda solo las que son naturales.
La dietista y nutricionista Andrea Calderon, secretaria científica de la Sociedad Española de Ciencias de la Alimentación (SEDCA), coincide en este punto con Niklas.
“En lugar de restringir las grasas en general, centrémonos en restringir el consumo de productos comestibles ultraprocesados de mala calidad nutricional que son altísimos en calorías y grasas, pero de mala calidad”, comentó en El Español
Algunos de estos alimentos que se deberían evitar con los precocinados, fritos, snacks salados, productos de repostería y pastelería industrial, comentó la especialista.
Alimentos de grasas saludables
Las monoinsaturadas, que se encuentran en el aceite de oliva, yema de huevo y en frutos secos, “son las responsables de ayudarnos a disminuir el colesterol malo sin reducir el bueno”, explicó Niklas.
Respecto a las poliinsaturadas, estas son “ácidos grasos esenciales que el cuerpo no sintetiza pero necesita para distintas funciones fisiológicas”. Estas están presentes en el pescado, legumbres y también frutos secos, alimentos ricos en omega 3 y omega 6.
En tanto las saturadas, que son mal vistas, se pueden consumir las que son naturales, “las que se encuentran en la mantequilla, la leche (entera) o las carnes más grasas”.
De esta forma, Gustafson afirmó que no hay que confiarse en que los productos que dicen ser 0% grasa son los más saludables. En vez de fijarse en eso, sería bueno revisar la cantidad de azúcar que “esconde” ese alimento.
Por último, el experto indicó que este cambio alimenticio se reduce en algo “tan fácil como incorporar en nuestra dieta más carne y menos pasta, más frutos secos y menos pastelería industrial, más palta y menos papas”, agregando que las grasas saludables además te saciarán por mucho más tiempo. “No es teoría, es ciencia. Las grasas son esenciales para muchas funciones vitales, el azúcar no”, concluyó.