Durante los últimos meses y debido a la emergencia sanitaria y económica que enfrenta Chile y el mundo, muchas personas han visto disminuidos sus ingresos o han perdido su fuente laboral.
Según la Encuesta Nacional de Empleo del trimestre abril-junio de 2020, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de desocupación nacional alcanzó 12,2%, incrementándose 4,9 puntos porcentuales respecto al mismo período de 2019.
La reconversión a un emprendimiento ha sido, para algunos, la mejor forma de enfrentar la inestabilidad económica actual. Pero, ¿cuándo sé que mi emprendimiento es una buena idea?, ¿a quien estoy apuntando?, ¿qué me diferencia del resto?.
Consejos a la hora de emprender
Arístides Benavente, fundador de Komax, presidente de Toteat e integrante del G100, Corporación de apoyo al emprendimiento, considera que lo más importante es, en primer lugar, entender qué implica ser emprendedor: “Ser emprendedor no es una tarea fácil, se requiere de mucha energía y esfuerzo, disciplina, paciencia, liderazgo, capacidad para asumir riesgos y lo más importante aguante, pero a la vez, y es lo que lo hace fantástico, permite crear algo propio, que aporte a la sociedad, que me hace independiente y resuelve el problema de mis ingresos”.
En este sentido, Arístides entrega una serie de consejos a considerar a la hora de emprender:
1. Conocer en detalle el problema que buscas resolver. A través del emprendimiento se da respuesta a un problema en la sociedad que no tiene o que tiene una mala solución. Sin duda, se debe conocer muy bien el problema, para poder generar una buena solución a través de un buen producto o servicio.
2. Chequear la solución: Es importante chequear bien la solución y la recomendación es hacerlo con personas que no te conozcan, las personas cercanas no siempre serán muy directos y “sinceras”.
3. No “enamorarse” de una solución. Para que un emprendimiento avance es clave poder analizar y cuestionar las ideas y proyectos que se van generando en el proceso creativo. Si uno se “enamora” de una solución pierde objetividad y no verá los defectos que esta puede presentar.
4. Conocer a las personas a quienes les voy a resolver el problema. Tan importante como conocer el problema que se buscas resolver es conocer al segmento (clientes) al cual voy a apuntar.
5. Crear una propuesta de valor. La propuesta de valor es lo que hace diferente un producto o servicio de su competencia. Que ventajas le va a ofrecer mi solución, a mis clientes.
6. Capital Inicial: A diferencia de con quien cheques la solución, el capital inicial búscalo entre tus conocidos, tus parientes y amigos, ellos son los que más te conocen y más confianza te tienen.
7. No dejes tu trabajo: Si estás trabajando, no lo dejes para iniciar el emprendimiento, no debes perder ningún ingreso, los vas a necesitar siempre. Además, el lugar donde trabajas es una fuente infinita de problemas, por consiguiente, oportunidades para emprender.
Sumado a lo anterior, Arístides agrega que “es muy importante contar con un Mentor que te apoye y acompañe, alguien con quien puedas conversar y compartir. También es bueno tener un referente, un proyecto parecido que este teniendo éxito en el mercado muchas veces en otros países.
Para finalizar, el integrante del G100 asegura que es vital que los emprendimientos tengan un propósito. “Con otros y para otros”, es clave entender que no trabajamos solos -necesitamos un equipo- y siempre nuestro trabajo será para otros. Esto permite tener una mirada más amplia del problema que estamos solucionando, una mirada más desde arriba que desde el frente”, enfatiza Arístides.