De seguro a más de alguno le ha pasado que tras cocer un huevo e intentar pelarlo, nos terminamos demorando varios minutos sacando cada trocito pequeño de cáscara pegada al huevo.
Y aunque a veces es una cuestión de motricidad fina, tal vez, la verdad es que esto depende en gran medida de cuán fresco está el huevo. Es decir, mientras más fresco más difícil será pelarlo una vez cocido.
El doctor español en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Miguel A. Lurueña, lo explicó en un tuit. “En los huevos frescos, la membrana que rodea la clara está fuertemente unida a ella”. Por ende, costará más desprenderlo.
Y agregó: “A medida que pasa el tiempo, los huevos pierden agua y CO2 por los poros de la cáscara.. Esto hace que suba el pH, la unión se debilite y los huevos se pelen mejor”.
De acuerdo al Instituto de Estudios sobre el Huevo, citado por HuffPost, el tiempo exacto que deberíamos esperar desde que compramos los huevos hasta que los utilizamos para cocerlos, es de al menos una semana.
“Se pelan más fácilmente los huevos que han estado en el refrigerador durante al menos una semana“, dicen.
Ahora también puedes probar con otro truco bastante sencillo, pero que necesita cierta técnica. Una vez que tengas el huevo cocido, lo metes en un frasco con un poco de agua (que no lo cubra). Luego tapas y agitas con fuerza. Al abrirlo, deberías poder remover la cáscara con una mano y sin problemas.
Asimismo, otra forma de saber si un huevo está o no fresco, es llenar un vaso o recipiente con agua, introducir el huevo y esperar a ver qué ocurra con él. Si se va al fondo es porque está fresco pero si flota bien arriba, es mejor evitar su consumo.