Muchas veces se dice que los amigos son los hermanos que elegimos. Son parte importante de nuestra vida y, por eso, es fundamental cuidar estas relaciones.
En el Día Internacional de la Amistad, una buena idea es reflexionar sobre qué hace que una amistad sea verdadera y qué aspectos podemos mejorar de nosotros mismos para cultivarla.
Y es que algunos pasan por alto el gran impacto que pueden tener los amigos en nuestras vidas.
De hecho, de acuerdo a un estudio de la psicóloga Julianne Holt-Lunstad de la Universidad Brigham Young (Utah), la amistad puede incluso afectar nuestra longevidad.
“Los estudios muestran un aumento del 50% de probabilidades de vivir más si se posee una sólida red de relaciones sociales”, afirmó Holt-Lunstad, según consignó Huffington Post.
Por el contrario, la psicóloga señaló que no contar con dicha red social de apoyo “es un factor de mortalidad más potente que sufrir obesidad o llevar una vida sedentaria y sin ejercicio físico”.
Características de una amistad verdadera
Según explicó la doctora en Psicología Suzanne Degges-White en la revista Psychology Today, existen 13 rasgos esenciales en la amistad y estos se dividen en tres categorías generales:
– Rasgos de integridad:
De acuerdo a la experta, aquí se encuentra la confianza, honestidad, fiabilidad, lealtad y, “como cualidad interrelacionada, la capacidad de confiar en los demás”.
– Rasgos de preocupación:
Degges-White indicó que en este grupo están los aspectos que “requieren conocimiento de uno mismo, autodisciplina y una aceptación positiva incondicional de nuestros amigos”.
Estos son: la empatía, la capacidad de no emitir juicios de valor, habilidad de escuchar eficazmente y la capacidad de ofrecer apoyo no solo en los momentos malos, sino que también en los buenos.
– Rasgos de simpatía:
En este tercer y último grupo se encuentra el sentido del humor, ser divertido y la capacidad de confiar en uno mismo. Estas características están asociadas con “el bienestar general y la felicidad en la vida”, detalló la psicóloga.
Finalmente, Degges-White recalcó que en una relación de amistad “cada quién aporta un nivel diferente de los 13 rasgos”, aunque los mejores amigos son el ejemplo de todas estas características combinadas.
“Mediante un análisis honesto de nuestros propios comportamientos podremos saber si es necesario elevar nuestro ‘cociente de amistad’ para aumentar la probabilidad de mantener las relaciones cercanas que deseamos”, concluyó.