Abrir la puerta del horno, y encontrarte con un bizcocho plano, deforme o con grietas, debe ser una de las decepciones más grandes a la hora de cocinar.
Por este motivo, es fundamental reconocer algunos errores que se comenten durante el proceso de preparación, para corregirlos a tiempo.
A continuación te mostramos 8 problemas que podrían arruinar tu bizcocho y cómo solucionarlos:
1. Calcular mal la cantidad de ingredientes
Si bien existen muchas recetas de bizcochos, el más básico es el llamado “cuatro cuartos”, es decir, utilizar 4 huevos, 250 gramos de azúcar, y la misma cantidad de harina y mantequilla.
Asimismo, otro requisito fundamental antes de cocinar, es que los ingredientes estén atemperados. “Un huevo recién salido de la nevera, que está de 0 a 4 grados no nos sirve”, advierte la pastelera Betina Montagne, jurado de “Bake Off España” al diario electrónico La Vanguardia.
2. Añadir muy rápido el azúcar
Después de batir la mantequilla, la cual debe quedar bien esponjosa y a temperatura ambiente, es el momento de incorporar el azúcar.
El método perfecto, es “espolvorearla en forma de lluvia para que pueda penetrar en los huecos de aire”, explica la pastelera. De este modo, debes mezclar ambos ingredientes durante 7 minutos, manualmente o con una batidora.
3. Incorporar todos los huevos a la vez
Según la pastelera, no debes incorporar todos los huevos a la vez. “Cada vez que ponemos uno, lo mezclamos a baja velocidad, pero enseguida subimos la velocidad del batido porque si tenemos miedo y lo hacemos con poca fuerza la emulsión se nos puede cortar”, advierte.
4. Usar la harina incorrecta
Sobre el tipo de harina, recomienda utilizar la de trigo, la cual es ideal para bizcochos. En este contexto, debes procurar no excederte en la cantidad o de lo contrario puede crecer de manera irregular.
Además, es primordial tamizarla antes de añadirla a la mezcla. De este modo evitarás que queden grumos en la masa.
5. No usar el molde adecuado
“Si nuestro bizcocho no lleva levadura, tendremos que usar un molde de forma rectangular, los típicos para hacer plumcake, para que suba de forma homogénea y quede esponjoso”, explica la pastelera, advirtiendo que uno redondo puede provocar que se rompa la estructura.
En este plano, el sitio Cocina Delirante, aconseja evitar los molde de color negro, debido a que absorben mucho calor. “Trata de usar los más claros para que la masa no se queme”, precisan.
Por otra parte, a la experta no le gusta recubrir el molde con mantequilla, ya que se aumenta el contenido calórico y se malgastan materiales. En este caso, aconseja utilizar un papel de horno reutilizable.
6. No precalentar el horno
“Hay que encender el horno 10 minutos antes, porque necesitamos calor para que la masa reaccione, se cueza y se esponje (lleve levadura pastelera o no)”, explica Montagne.
Asimismo, el sitio de recetas, advierte que no debes abrir la puerta del horno mientras se cocina, ya que el calor se escapa y provoca que el bizcocho quede plano.
7. El bizcocho tiene grietas profundas
Al sacarlo del horno, puedes encontrarte con un bizcocho lleno de grietas en la superficie. Esto le da un aspecto poco agradable y corres el riesgo de que se rompa al desmoldarlo.
Según precisa el sitio español Escuela de Tartas, esto se puede deber a que lo cocinaste a una temperatura demasiada alta o más del tiempo requerido.
De este modo, es posible que la levadura haya subido muy rápido sin dar tiempo para que se formara la miga, provocando roturas en el bizcocho.
8. Quedó granuloso y seco
Si tu bizcocho quedó demasiado seco y se desarma fácilmente al cortarlo, puede que lo hayas cocinada a una temperatura muy baja.
Otra causa, es que batiste demasiado la mezcla después de incorporar la harina. Esto podría generar un bizcocho más seco y apelmazado.
“Como regla general, cuando añadas la harina, bátela el tiempo justo para quitar los grumos e integrarla”, aconsejan finalmente.