Cocinar arroz puede parecer una tarea sencilla, pero al más mínimo error puedes provocar que tu preparación quede seca y al borde de quemarse. Asimismo, puede convertirse en una masa húmeda.
Por este motivo, es fundamental reconocer los errores que se cometen durante la preparación, para así evitarlos o corregirlos a tiempo.
El sitio Cocina Delirante de Imagen Televisión, enumeró 3 de estos errores y cómo solucionarlos:
1. Lavar el arroz
Para evitar que el arroz quede demasiado húmedo o pegajoso, es fundamental lavar los granos con agua fría.
Para tener un buen resultado en tu preparación, debes enjuagar el arroz hasta que el líquido salga transparente. Puedes hacer esta tarea en un colador o una olla.
Cabe señalar que este método dependerá del tipo arroz que vayas a cocinar. En el caso del integral, es preciso remojarlo en agua durante un tiempo, ya que es un cereal muy duro.
Sin embargo, para hacer un postre de arroz con leche, no es necesario lavarlo.
2. La cantidad de agua que usarás
De acuerdo a los expertos, la cantidad de agua que utilizarás para cocinar el arroz, varía según el tamaño de recipiente, el tiempo de cocción y la cantidad de las porciones.
Para esto, debes medir la cantidad de arroz y el agua que agregarás a la olla. Es fundamental que la proporciones sean exactas, para lograr la consistencia perfecta del plato.
Si bien lo recomendable es que para una porción de arroz, se añada el doble de agua, existe un medida específica para cada tipo:
Arroz blanco largo: 2 tazas de agua por 1 taza de arroz
Arroz blanco corto: 1 ¼ taza de agua por 1 taza de arroz
Arroz integral: 2 ½ taza de agua por 1 taza de arroz
Cabe señalar que para evitar que el arroz quede desabrido, puedes añadir un caldo de pollo, verduras o carne, en el agua que utilizarás.
3. Cocínalo con la olla tapada
Existen dos puntos claves para lograr que el arroz quede esponjoso y en su punto perfecto. Se trata de cocinarlo a fuego bajo y con la olla tapada.
El sitio especializado recomienda cocinar el arroz tapado para que el vapor actúe durante la cocción. Si abres la olla antes de tiempo, corres el riesgo de que quede duro, seco e incluso quemado.
Asimismo, cuando saques la olla del fuego, debes dejarla reposar durante otros diez minutos, sin quitar la tapa.