El pan es el alimento con más tradición de Chile, tanto que de acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE), las capitales regionales lo prefieren como primera opción a la hora de comer.
Aunque se compre o se elabore en casa, es algo que nunca debe faltar en las mesas del país, pero en este contexto, cuando las personas compran en mayores cantidades para evitar salir tantas veces, ¿cómo lograr que dure más tiempo?
Según el maestro panadero español Eduard Crespo, para conservar el pan por más tiempo éste “tiene que ser de calidad y de alta fermentación”, explicó al medio La Vanguardia.
Para identificar un pan de calidad, Crespo señaló que los consumidores se deben fijar en dos características: que tenga un color café oscuro y que la miga esté alveolada, es decir, con “huequitos”.
Cuatro recomendaciones para la conservación del pan:
1. Utilizar trapos de tela
La conservación de un pan artesanal debe ser en un “trapo de algodón o lino y dejarlo sobre la encimera” o guardar en un cajón de madera, aseguró al medio español la panadera Beatriz Echevarría, de esta forma se protegerá del aire.
Y advirtió que guardar el pan en plástico no ayudará a su conservación pues “no dejan respirar al pan”.
2. ¿Dentro o fuera del refrigerador?
De acuerdo a Echevarría, los lugares húmedos no son ideales porque “lo dejan gomoso y desagradable”.
Sin embargo, el docente de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica, José Moya, aseguró a Página 7 que en caso de que lo guardes en el refrigerador el pan durará “entre dos a tres días”.
3. ¿Lo puedo congelar?
Según Crespo, una buena opción de conservación es congelar el pan, incluso asegura que se digiere mejor que antes.
Algo que confirmó Moya y agregó: “Si utilizas pan industrial que viene congelado este “puede durar, a lo más, tres meses en buen estado”.
“Lo ideal es que para descongelarlo no se haga a temperatura ambiente pues se podría descomponer. Este tipo de pan se puede descongelar directamente, tanto en el horno como al microondas, incluso en el tostador”, señaló Moya.
4. Reutiliza el pan añejo
De acuerdo al nutricionista, una forma de no tener que botar pan, es reutilizarlo en distintas preparaciones: “El pan añejo se puede ocupar para hacer colegiales, budín, crutones, también para tostadas francesas, o utilizarlo como pan rallado cuando lo requieras”, finalizó.