El antitraspirante es un producto diseñado para reducir el olor corporal. Pero si en ocasiones se consigue el efecto contrario, quiere decir que no lo estás usando de la manera correcta.
Sin embargo, muchas veces esto se debe a que confundimos el desodorante con el antitranspirante. Así lo explica la dermatóloga Ana Molina al medio español El País.
“El desodorante es básicamente un cosmético que lleva antisépticos y perfumes. No hacen que sudemos menos y se recomienda aplicarlos por la mañana con la piel limpia”, detalla la especialista.
Por otro lado, explica que los antitranspirantes cuentan con un valor añadido: “Llevan sales de aluminio que taponan la salida de las glándulas sudoríparas a la superficie de la piel y hacen que disminuya la cantidad de sudor producido“, describió.
Tras aclarar estos conceptos, Molina precisó que el sudor es inodoro y “nuestro olor corporal se debe a que tenemos una colonia de bacterias en la zona axilar, que se alimenta de sustancias presentes en la transpiración, para producir moléculas que sí huelen mal“.
La investigación “Los desodorantes y los antitranspirantes afectan a la comunidad bacteriana axilar” publicada en la revista Archivos de Investigación Dermatológica, intentó explicar este fenómeno.
En el estudio participaron 9 personas, a los que se le pidió dejar de usar desodorante o antitranspirantes durante un mes.
Primero concluyeron que el microbioma (estimulador de las bacterias productoras de olores) se mantiene estable si se utiliza el producto de forma constante o si no se usa. No obstante, el cambio de hábito o una aplicación esporádica lo altera.
Otra de las conclusiones, apunta a que en las axilas de los sujetos que usaban antitranspirantes, se encuentra mayor cantidad de bacterias causantes del mal olor, en comparación a los que utilizaban desodorantes.
En otras palabras, el antitranspirante nos hacen sudar menos, pero fomenta las bacterias que en contacto con la secreción de nuestra piel, producen el mal olor.
De este modo, considerando el resultado del estudio, la dermatóloga señala que los antitranspirantes deben ser usados constantemente y por la noche. “Si los aplicamos de forma intermitente, puede alterarse la microbiota (y por ende generar mal olor)”, precisó.
Por otra parte, detalló que el desodorante tiene que aplicarse tras la ducha, con la piel seca y limpia. “Debe ser en la cantidad justa de producto, nunca excederla”, detalló.
Finalmente la especialista entregó otras recomendaciones sobre factores que pueden generar el mal olor. “Si hay vello abundante, mejor recortarlo, y si el desodorante es de roll-on o barra, mejor no compartirlo con otras personas”, sentenció.